El Surne Bilbao Basket inicia hoy ante el Gran Canaria una exigente serie de partidos que marcarán su destino de la temporada. Serán siete duelos en 21 días que incluyen cuatro de Liga Endesa, tres de ellos en salidas poco productivas históricamente, y los tres que definirán el Top 16 de la Basketball Champions League. Jaume Ponsarnau y sus jugadores evitan hacer cuentas porque ya se ha demostrado que el destino puede arruinar cualquier previsión. De hecho, hoy se abre una nueva etapa de la temporada con la obligada baja por lesión de Jeff Withey y el estreno de Georgios Tsalmpouris. Habrá que ver lo que da de sí una apuesta forzada y distinta, con aspectos del juego que quedarán potenciados y otros que quedarán debilitados.
No parece el Gran Canaria el mejor rival para buscar la victoria en un periodo de pruebas, pero el factor sorpresa quizás puede influir en el choque ante un equipo con muchas armas. Los de Jaka Lakovic decepcionaron en la Copa, pero hasta entonces su temporada estaba siendo casi irreprochable ya que no han salido de los ocho primeros puestos desde que empezó la competición y hasta su última derrota en Valencia acumulaban cuatro triunfos consecutivos. Su balance en casa es de ocho triunfos y dos derrotas gracias a una plantilla profunda que combina la juventud de sus dos cincos, Diop y Balcerowski, y la veteranía y oficio de sus jugadores de perímetro.
El Bilbao Basket, que tiene a Anderson y Ubal lastrados tras el esfuerzo de las ventanas, solo ha ganado una vez en Las Palmas y hoy debe tratar de imponer su rigor defensivo y ofensivo ante un rival que puede protagonizar grandes rachas de acierto, sobre todo con Slaughter, Benite, Brussino o Shurna. La vuelta de Hakanson tiene que ayudar a mantener el tono ofensivo, lo mismo que también es de esperar una mejor versión de Radidevic ante uno de sus exequipos.