Si hay un árbol con mayor simbología desde la antigüedad y en todas las religiones es el olivo. Para los egipcios la simbología del olivo trascendía de la vida, en la antigua Grecia su rama representaba la victoria y en la religión cristiana constituye un árbol emblemático, pues Jesús solía reunirse y orar con sus discípulos en un lugar mencionado en los Evangelios como Getsemaní.
No es de extrañar, pues, que Agurain haya recurrido al olivo como fórmula sanadora –o reparadora– de la tristeza que, desde el estallido de la pandemia, ha acompañado a buena parte de su ciudadanía.
La localidad vivió ayer un sencillo pero sentido acto en el que decenas de personas se congregaron en la campa de Santa María, en las inmediaciones de la iglesia del mismo hombre, para rendir homenaje a los vecinos de la localidad fallecidos desde la irrupción del coronavirus. Los asistentes se congregaron junto al olivo plantado recientemente en las inmediaciones del templo.
El alcalde de la localidad, Ernesto Sainz Lanchares, fue el encargado de presentar el acto y apuntó en su alocución que “han sido dos años y medio muy duros para todos y todas”, al tiempo que se acordó de “todos y todas los que habéis perdido a algún ser querido en este tiempo, así como aquellos que sin fallecer por la covid-19 no pudieron recibir la despedida que merecían”.
También se acordó de los vecinos de Agurain “que lo han pasado muy mal, incluso han estado a punto de morir, pero que afortunadamente hoy se encuentran bien”.
Cuando los representantes municipales se plantearon qué tipo de homenaje hacer, rápidamente se decantaron por plantar este árbol. “Entendíamos que qué mejor que un ser vivo para recordar la vida de nuestros seres queridos”, apuntó el primer edil. Finalmente se decantaron por un olivo, “principalmente por la simbología que tiene en las distintas culturas. Conocemos el olivo como símbolo de paz”, señaló Sainz Lanchares, quien recordó que este árbol “también significa perpetuidad”. Junto al magnífico ejemplar se ha instalado una placa en memoria de los fallecidos.