Ante la generalizada inactividad de la actual ventana de fichajes, en la que la mayoría de clubes pretenden vender antes de acometer nuevas incorporaciones, Luis García Plaza es consciente de que sus primeras pinceladas como babazorro –es decir, la pretemporada, cuyo pistoletazo de salida se dará el próximo lunes– no van a poder ser más que un simple esbozo que irá cogiendo forma con el paso de las semanas, cuando poco a poco vaya conociendo a todos y cada uno de los integrantes que compondrán su renovada plantilla.
No obstante, las interrogantes siempre van acompañadas de alguna certeza y así sucede también en el conjunto vitoriano, donde, además de lo que puedan aportar los futuribles recién llegados, va a ser fundamental que varios de los futbolistas que ya saben lo que es vestir la zamarra albiazul den un paso al frente a lo largo de la temporada. Sobre todo, teniendo en cuenta que el Glorioso, a diferencia de los tres equipos que descendieron a Segunda División hace un año, no va a tener tanto margen de maniobra en el mercado.
En este sentido, dos de los jugadores del Alavés que deberían ser importantes en la categoría de plata son Nahuel Tenaglia y Jason Remeseiro. No por su rendimiento el curso pasado, pues terminaron siendo igual de irrelevantes que la mayoría de sus compañeros, pero sí debido a esas cualidades que les llevaron a fichar por la entidad gasteiztarra en enero y que, ciertamente, no tuvieron facilidades para mostrar dada la delicada situación identitaria por la que pasó el vestuario primero con Mendilibar y después con Velázquez.