Se acabó la temporada para nuestro baloncesto femenino de élite. El único que seguía en competición, Lointek Gernika Bizkaia, llegó hasta Zaragoza y hasta ayer. Los seis puntos de ventaja obtenidos en la ida quedaron dilapidados en un mal comienzo de partido y el 75-69 de Maloste no supusieron un obstáculo insalvable para el cuadro aragonés, que se impuso en la vuelta por 64-52.
Las vizcaínas saltaron a la cancha como si aún no hubieran aterrizado en el Príncipe Felipe. Un 13-0 en contra de salida y ocho minutos para comenzar a anotar fueron las claves de su eliminación. A partir de ahí, fue un constante querer y no poder.
Sandra Ygueravide, que ha mostrado una segunda juventud a sus 38 años en este tramo final del curso, volvió a dirigir la nave granate con tino y sabiduría. Pero resultó a todas luces insuficiente ante tanta rémora en el marcador y escasa producción atacante, mientras entre las locales apenas se pudo frenar a Markeisha Gatling.
Comenzar de manera tan adversa "ha hecho que vayamos siempre detrás en el marcador. Nos ha faltado acierto en el tiro de tres, y las faltas de Sofía, Sandra y Laura te van condicionando, pero orgullosa por todo lo que hemos luchado", subrayaba Anna Montañana, quien reconocía que "obviamente queríamos más, pero en poco tiempo valoraremos la temporada con muy buena nota, porque las jugadoras han estado creciendo y nunca hemos perdido la cara durante estos ocho meses".