La abarrotada Plaza Nueva fue en la cálida noche de ayer el altavoz desde donde el pregonero de La Blanca 2022, Joseba Fiestras, escenificó las ganas de los gasteiztarras por celebrar de nuevo un ciclo festivo, interrumpido desde 2019 por la pandemia. “Disfrutar a tope es el mensaje. Dejemos atrás los conflictos y centrémonos en la fiesta, que Gasteiz sea un punto de encuentro”, lanzó como reto el periodista desde el renovado escenario de la plaza, ante una audiencia entregada, y a menos ya de 48 horas de ver de nuevo descender al aldeano de Zalduondo desde la torre de San Miguel.
Recordó Fiestras también los “dos años duros y complicados” vividos bajo el azote del coronavirus y no faltó en su discurso un recuerdo a aquellos a los que les “habría encantado gozarlas y, lamentablemente, la pandemia no les ha dejado llegar hasta aquí”, significó.
En las puertas de la aglomeración que va a suponer la edición 2022 de La Blanca puso también en primer plano a los que sirven las copas, los pintxos, los magníficos vinos de Rioja Alavesa, esa gastronomía que nos convierte en referente. Los hosteleros se merecen que este año les cuidemos más que nunca”, lanzó con mensaje de ánimo y reivindicación.
Repasó durante su discurso algunas de sus tres décadas de trayectoria profesional y rememoró las “campanadas sin respuesta y soledad angustiosa” del 4 de agosto de 2020 cuando los rigores del covid impidieron cualquier tipo de celebración como mejor medida de prevención. El ayer pregonero tuvo la ocasión de estar en el centro del acordonado recinto de la Virgen Blanca cubriendo ese singular momento para EITB. “Era el momento de la responsabilidad, aunque costara entenderla”, explicó un emocionado Joseba Fiestras bajo la atenta mirada de su extensa familia y grupo más cercano de colaboradores del FesTVal. La situación ha cambiado por completo y, a pesar de que todavía sigue presente el virus en los ámbitos más cercanos, animó a los ayer presentes en la Plaza Nueva a “abarrotar la Virgen Blanca, festejando la normalidad, celebrando la vida y recordando a quienes se han quedado en el camino. Vaya por ellos el primer brindis”, concluyo su discurso Joseba Fiestras con la noche ya cerrada en el cuadrado perfecto diseñado por Justo Antonio de Olaguíbel. Después de las palabras del pregonero, por el escenario sonaron los acordes y las notas de The Stompers & Nuala Irish Dancers.