Actualizado hace 2 minutos
La educación evoluciona, cambian las materias, la forma de evaluar, se introduce la tecnología en las aulas, pero hay cosas que no cambian, como el momento de angustia que los estudiantes viven cuando les comunican alguna nota, sobre todo si es importante de cara a su futuro académico.
Lo habitual es que el profesor o la profesora entreguen el examen realizado con las correcciones y con la nota que esa prueba ha merecido, aunque los hay que buscan otros métodos, como comunicar si han aprobado o suspendido poniendo a cada alumno una canción alegre o triste, como se vio hace unos meses en una clase de Estados Unidos en un ejemplo de poca privacidad para cada estudiante.
Enfado por un rasca y gana
Quizá para evitar esos males y que el resto de alumnos no vean su nota, pero lo que ha hecho un profesor (o profesora) de un instituto gallego con uno de sus estudiantes ha provocado un enorme enfado en él, que ha sentido cómo el docente se reía de su calificación.
El alumno recibía de par de mañana su examen de Historia de España corregido en el que un ‘Necesita mejorar’ en rojo ya hacía ver que la cosa no tenía muy buena pinta. Pero lo que no se esperaba ver es que la nota estaba escondida detrás de una pegatina como las de rasca y gana, que hay que frotar con una moneda o algo similar para ver lo que hay debajo.
Y debajo lo que había era un 3,85, un claro suspenso en esa primera evaluación de la asignatura. “¿Acaban de ponerme un rasca y gana para un 3,85? Voy a abrir los informativos del mediodía”, escribía el estudiante en gallego en su cuenta de X (red social antes conocida como Twitter), mostrando que la gracia no le había sentado nada bien.
"Rasca y pierde"
El post ya supera las 360.000 visualizaciones en la red social de Elon Musk, con más de 18.000 likes y muchos comentarios. “Te pone el rasca y encima arriba te pone que necesitas mejorar. Todo lo que no sea ser portada de los informativos es un fracaso”, responde un tuitero. “Has rascado y no has ganado”, escribe otro. “Rasca y pierde”, añade uno más. "¿Pero qué faltada es ésta? Ni educación ni respeto por parte del docente", dice otro. También hay quien cree que la intención del profesor no es ridiculizar al alumno, sino garantizar su privacidad para que no pase un mal rato delante de sus compañeros de clase, que podrían curiosear su nota.