En Garralda hay censadas 190 personas y conviven, arropadas por el valle de Aezkoa, 90 familias. De ellas, 66 (el resto no vive habitualmente allí) ha decidido formar parte de la primera comunidad energética local cooperativa de Navarra, una iniciativa pionera a nivel estatal que permitirá a este particular enclave generar y comercializar su propia electricidad. Será a través de un huerto solar en el que instalarán unas 270 placas fotovoltaicas (240 kw de potencia), algo que ha sido posible “porque todo el pueblo se ha volcado. Si no, no habría salido adelante”, reconoce el alcalde, Gurutz Gorraiz.
Cuenta que hace ya tres años que comenzaron con un proceso de reflexión, “se creó un grupo de trabajo para analizar alternativas que nos permitieran llegar a una dependencia nula o escasa”. Se adelantaron a la subida energética y fueron planteando diferentes iniciativas “sin esa presión añadida” que existe actualmente. La escuela y los edificios municipales ya se abastecen de energía fotovoltaica y están estudiando, además, sustituir el consumo de gas por leña (biomasa), “porque el gasto en calefacción es enorme. Queremos estudiar posibilidades de generar energía a través de recursos hídricos pero ahora, con la sequía, es complicado”.
Con esa idea de buscar alternativas se abrió en Garralda un debate para toda la vecindad, y así nació Garraldargi Koop, de la que todos y todas forman parte. No han podido poner placas en los tejados porque están protegidos por Príncipe de Viana así que producirán la electricidad en ese huerto solar que la almacena, la lleva a las casas y la administra. Presentaron la iniciativa al Gobierno central y recibieron una subvención de 370.000 euros para llevarla a cabo. “Ahora estamos esperando la financiación para llevar a cabo la siguiente fase, que costará medio millón de euros. Queremos implantar un modelo sostenible y abastecernos con recursos propios. El año que viene estará todo en marcha”, señala Gorraiz.
Proyecto participativo
Se trata de un proyecto integral y pionero a nivel estatal, que además ha sido “tremendamente participativo. Todas las familias voluntariamente han dado sus consumos para ver qué necesidades había y se ha llevado a cabo de manera comunitaria. No estamos sobrados de sol, hemos realizado un estudio de horas, y con una instalación equilibrada llegaríamos al 80% de energía anual propia para el autoconsumo”, explica el alcalde.
Lo complementarán, además, con la instalación de 5 postes para recarga de vehículos eléctricos, “en todo el norte de Navarra prácticamente no existen pero estamos convencidos de que va a formar parte del futuro”. Y es un futuro en el que, gracias a iniciativas como ésta, también están las poblaciones rurales. Nuevos aires para combatir la despoblación.