Llegaba el Deportivo Alavés a Son Moix, después de un mes de febrero aciago para sus intereses, en el cual obtuvieron uno de nueve puntos posibles frente a tres rivales directos, Getafe, CD Leganés y RCD Espanyol, en la pelea por evitar los puestos de descenso. Asimismo, se especulaba que el técnico albiazul Eduardo Coudet llegaba en la cuerda floja, por lo que una derrota podía hacer tambalear su puesto en el banquillo babazorro. A todo ello, hay que sumarle que al mediodía el CD Leganés había vencido su encuentro en el tiempo de descuento, por lo que la necesidad vitoriana por puntuar en las Baleares incrementó sideralmente.
El duelo arrancó de la peor manera posible para el Glorioso, dado que en el minuto 9 el RCD Mallorca se adelantó por medio de Takuma Alano, quien anotó uno de los goles de la jornada, después de conectar una volea sensacional desde la frontal del área que entró por la escuadra de la meta de Antonio Sivera. De este modo, se esperaba una reacción por parte de los visitantes que habían entrado al partido de la peor manera posible. Sin embargo, el conjunto local estuvo cerca de doblegar su ventaja con un mano a mano de Vedat Muriqi que se fue al limbo por centímetros.
Después de ello, los de Coudet se fueron encontrando cada vez más en el encuentro y mostraron una versión más competitiva. Aun así, los mallorquinistas volvieron a tener en su mano ampliar la distancia en el marcador, pero, se encontraron con un Sivera muy inspirado bajo palos. Tras resistir a las acometidas bermellonas y ganar mayor protagonismo en el duelo, rondaba el minuto 68 cuando Kike García puso el 1-1 definitivo tras aprovechar libre de marca un centro de Carlos Martín al segundo palo. Y este último, tuvo en sus botas que los albiazules se llevaran los tres puntos, mediante una vaselina que desbarató de manera brillante Dominik Greif.
Con la miel en los labios
El choque en Son Moix fue una montaña rusa para el Deportivo Alavés, ya que tuvo sensaciones completamente distintas según fue avanzando la contienda. En cambio, los hombres de Coudet se quedaron con una sensación final de que se podían haber llevado un botín mayor a Vitoria. Respecto a ello, el técnico babazorro indicó en la conclusión del partido que "si bien llegamos al empate, nos está faltando la cuota de suerte para que caiga de nuestro lado. No quiero ser reiterativo, pero si miras los números fuera de casa, volvimos a tener más tiros, más posesión y más saques de esquina".
Además, resaltó que "el equipo no se comporta como uno muerto, me parece que tiene forma e idea pero hay que sacar puntos, aunque eso no te los da. A la larga el fútbol paga y nosotros esperamos que nos devuelva porque está siendo injusto". Por lo que quiso sentenciar destacando que "pienso que estaría bueno que no le diésemos mérito a la actuación porque no es fácil sumar en Mallorca. Estamos en la zona de descenso y esto va a ser muy duro hasta el final".