Polideportivo

Un reajuste inevitable en el Amorebieta

Haritz Mujika saluda a sus jugadores al final del partido ante la Ponferradina, último del Amorebieta en Segunda División.

La primera experiencia en el fútbol profesional tocó a su fin el sábado para el Amorebieta. El trayecto, duro y sin final feliz para los azules al no poder evitar el descenso de categoría, ha sido también digno de elogio por el elevado grado de competitividad mostrado por el colectivo a lo largo de una maratoniana temporada en la que los zornotzarras se han quedado al borde del éxito. Solo dos puntos, no en vano, han separado a los de Urritxe de una anhelada permanencia en LaLiga SmartBank que en ningún tramo del curso pareció una utopía. Ni en los peores momentos, con el equipo a siete puntos de los puestos de permanencia en pleno mes de marzo tras la destitución de Iñigo Vélez de Mendizabal, tiró la toalla un equipo que se mantuvo con vida hasta la penúltima jornada del campeonato y que se despidió el sábado de la Segunda División con una meritoria victoria a costa de la Ponferradina.

La unión del vestuario, una piña de principio a fin de temporada a pesar del cúmulo de adversidades en el plano estrictamente deportivo, ha sido una de las principales armas de un Amorebieta que se verá obligado a reestructurar su plantilla de cara al amargo desembarco en Primera Federación. Son pocos los futbolistas que apuntan a seguir vistiendo de azul en el ejercicio entrante, cuyo pistoletazo de salida estará precedido por unas elecciones a la presidencia del club que marcarán el futuro a corto, medio y largo plazo de la entidad. Con el actual presidente Jon Larrea como principal y único aspirante al puesto a día de hoy, la incertidumbre salpica a dirección deportiva, cuerpo técnico y plantilla. Nadie, sin ir más lejos, conoce a ciencia cierta su futuro, si bien hay casos ya confirmados y otros a punto de esclarecerse.

NOMBRES PROPIO

Mientras que los veteranos Mikel Saizar, Aimar Sagastibeltza y Mikel Álvaro se despedían el sábado del Amorebieta con reconocimiento incluido por parte del club, Gorka Guruzeta está a un paso de consumar su soñado regreso al Athletic. Gaizka Larrazabal, su gran aliado, volverá por su parte al Zaragoza al igual que Javi Ros una vez finalizadas sus respectivas cesiones a Urritxe, lugar del que también se despedirá tras jugar a préstamo Peru Nolaskoain, quien volverá al Athletic con el ritmo de competición que buscaba en su cesión invernal al Amorebieta. Sergio Moreno, cedido también en la ventana invernal por el Rayo Vallecano, es otro que abandona la nave vizcaina, donde tampoco se espera que continúe Mikel San José.

El navarro, que dejó en el aire su futuro el pasado jueves sin descartar una posible retirada con 33 años cumplidos este lunes, apunta a ser otra de las numerosas bajas que sufra un plantel que se reforzó en el verano del año pasado con once jugadores, de los cuales todos menos Larrazabal llegaron en calidad de agentes libres. Fueron los casos de los citados San José y Guruzeta, amén de Roberto Santamaría, Óscar Gil, Oier Luengo, Markel Lozano, Josu Ozkoidi, Lander Olaetxea, Álvaro Peña y un Iker Amorrortu que puso rumbo al Numancia en enero. Por la continuidad de ninguno de los mencionados puede apostarse a 30 de mayo, al mismo tiempo que varios de los artífices del ascenso a LaLiga Smartabank podrían también cambiar de aires.

El futuro, por tanto, se presenta del todo incierto en un vestuario que, con contratos firmados para el curso recién concluido, se verá sometido a un profundo lavado de cara con vistas al nuevo ejercicio, en el que el Amorebieta deberá rearmarse para buscar un segundo ascenso a LaLiga SmartBank.

30/05/2022