Athletic

Un reto duro pero accesible hoy en Anoeta

El Athletic persigue una victoria que alteraría la dinámica de superioridad establecida por la Real
Yuri Berchiche, Oihan Sancet y Gorka Guruzeta charlan durante un entrenamiento en Lezama.

Los porcentajes son difíciles de precisar, pero se sabe que en el entorno de Athletic y Real hay gente que enfoca la temporada como un duelo cerrado entre ambos. Ganar al vecino en los cruces directos y, sobre todo, acabar delante en la clasificación, serían los objetivos innegociables para quienes, aquí y allí, convierten este derbi en asunto capital. Están también quienes anhelando el éxito propio se lo toman con un talante más sereno y ven en estos partidos una oportunidad para sumar sin necesidad de hacer sangre o, en caso de derrota, sin caer en la depresión.

En esta ocasión, dejando a un lado enfoques particulares, objetivamente concurren razones para señalar la dispar importancia de los puntos en juego. La principal, que existe una diferencia de seis puntos en la tabla en favor del conjunto de Imanol Alguacil. El dato obliga más al Athletic, puesto que tanto la victoria del anfitrión como el empate favorecen los intereses de este. Cabe que el reparto de puntos pueda valorarse como un logro positivo en el bando rojiblanco, más que nada por el escenario, pero la distancia entre ambos permanecería intacta. El asalto de Anoeta se convierte por tanto en el único desenlace feliz para los de Ernesto Valverde.

Cierto que a menudo el significado del resultado depende del desarrollo de los noventa minutos: una mala actuación culminada en tablas resulta muy llevadera, todo lo contrario que irse de vacío después de haberlo hecho mejor que el rival. Al final, por encima del comportamiento y de los méritos, en el ánimo del aficionado y del profesional prevalece lo tangible, lo que se suma o se deja de sumar, no en vano el derbi se celebra en el marco de una competición.

La ventaja de que goza la Real sobre el Athletic no es casual. El conjunto guipuzcoano acumula tres cursos consecutivos obteniendo plaza continental, meta que se impone el Athletic año tras año y que ha quedado fuera de su alcance en el último lustro. Las inercias descritas son consecuencia de algo, no fruto del azar. En este sentido, otorgar la vitola de favorita a la Real parece lógico. Y asumirlo con naturalidad quizá sea el punto de partida adecuado para afrontar el choque con las opciones propias intactas. El fútbol no se reduce a estadísticas, ni las trayectorias de los contendientes garantizan nada, por lo que el Athletic debería plantearse la cita como una oportunidad de desestabilizar el orden vigente.

Un logro de lo más sugerente y en absoluto descartable. Compete a los jugadores, a los del Athletic quiere decirse, empeñarse en llevar la contraria, discutir el pronóstico más extendido, invertir una relación de fuerzas que sobre el papel no le sonríe. Desde luego, por disposición y recursos, está perfectamente capacitado. En el juego intervienen asimismo la inspiración, el acierto o la fortuna, los famosos “detalles” que copan discursos en las salas de prensa. Pero ni la Real es tan infalible en su estadio ni el Athletic una perita en dulce de visita.

En la Real no se esperan grandes novedades, en parte porque Imanol baraja un número alto de mimbres, lo que le brinda un amplio abanico de alternativas. Sin embargo, nadie espera que hoy de salida se ausenten Zubimendi, Merino, Silva y Brais Méndez, cuarteto que suele colocarse en rombo en la zona ancha, ni Sorloth en punta. Puede haber alguna duda en los laterales o en la identidad del segundo delantero, incluso que baile un central, pero tanto Zubeldia como Pacheco o Elustondo vienen participando con frecuencia.

Más incógnitas se ciernen sobre la elección que haga Valverde, quien confía en contar con el plantel al completo salvo Iñigo Martínez, que no ha trabajado con los demás durante la semana. Vesga, con fiebre anteayer, debería llegar a tiempo. Por delante de Unai Simón se perfila una defensa formada por De Marcos, Vivian, Yeray y Yuri Berchiche. En el medio campo, no está claro quién acompañará a Vesga y Sancet. Puede repetir Zarraga, pero asimismo es factible que entre Dani García, junto al trío mencionado, o que se agregue Muniain, por aquello de equilibrar numéricamente la contienda alrededor del círculo central, restando entonces un punta específico. En esta hipótesis, el perjudicado sería Guruzeta, quedando los Williams como elementos más avanzados. Al margen de la identidad de los titulares y de la batalla táctica, se antoja clave la actitud. El triunfo pasa por transmitir entereza y valentía. Exactamente lo que reclama un derbi. No hay más secretos.

15/01/2023