Europa ya está aquí. Tras el empate cosechado el sábado en Anoeta contra el Atlético de Madrid, la Real ha firmado un más que correcto inicio liguero, con los txuri-urdin sumando siete puntos de doce posibles. Han sido cuatro jornadas celebradas en semanas limpias, sin compromisos internacionales, lo que supone una auténtica bendición a la hora de trabajar y entrenar en Zubieta. Pero el fragor de las competiciones continentales espera a la vuelta de la esquina, en lo que para el equipo blanquiazul supone un reto mayúsculo. Lo es, en primer lugar, porque la fase de grupos de la Europa League viene este año en formato comprimido, debido a la disputa del Mundial. Y así sucede, igualmente, porque el equipo de Imanol busca terminar de destaparse más allá de los Pirineos. Escuadras importantes como Nápoles o PSV Eindhoven han conocido ya cómo se las puede gastar la Real. Se trata ahora de confirmar lo ya apuntado con la clasificación para rondas más avanzadas.
Un techo por romper
El 3 de noviembre de 1998, el Dinamo de Moscú perdió 3-0 en Donostia y cayó eliminado de la Copa de la UEFA. Sucedió hace casi 24 años y significó la última ronda europea de fase final que ha superado la Real Sociedad. Desde entonces, Atlético de Madrid (aquel mismo curso), Olympique Lyonnais (Champions 2003-04), Salzburgo (Europa League 2017-18), Manchester United (2020-21) y RB Leipzig (2021-22) han apeado a los txuri-urdin en todos los enfrentamientos de semejante naturaleza que estos han afrontado. Aquella maldita eliminatoria que se cobró el asesinato de Aitor Zabaleta implicaba unos octavos de final, como la de los subcampeones de Denoueix en Lyon. Las tres más recientes, mientras, significaban los dieciseisavos de final de la Europa League, el techo que esta campaña buscarán romper los blanquiazules.
Dos oportunidades
El primer gran objetivo reside así en llegar vivos al mes de marzo. Y la competición ofrece dos oportunidades para completarlo, una por la vía rápida y otra más compleja. Si la Real es campeona de grupo, lo que le exigirá dejar detrás a todo un Manchester United, evitará automáticamente esa maldita ronda de dieciseisavos (se juega en febrero) y se plantará directamente en los octavos de final. Por el contrario, si los red devils imponen la ley del más fuerte y el equipo guipuzcoano concluye segundo, superando a Omonia y Sheriff, tocará mirar cara a cara a esa ronda que viene atragantándose últimamente. En ella, el rival sería un tercero de grupo caído desde la Champions. Y apear a este adversario, supuestamente de postín, significaría también romper el maleficio de una vez por todas.
Taparse o no taparse
Más allá de lo que ocurra en fases más avanzadas del camino que arranca el jueves en Old Trafford, mirar al corto plazo supone hacerlo al modo en que la Real va a intentar recorrer kilómetros y kilómetros. En este sentido, las últimas experiencias europeas del equipo hablan de distintas experiencias. En la 2020-21 ante los Nápoles, AZ Alkmaar y Manchester United, el equipo apostó por mostrarse siempre fiel a su estilo atrevido y valiente. Sirvió para protagonizar una sobresaliente actuación en Italia y sellar allí la segunda plaza de grupo, pero propició posteriormente el varapalo contra los ingleses (0-4) en el exilio pandémico de Turín. En el pasado curso, mientras, Imanol tiró de registros más conservadores, adquiridos con el paso del tiempo, para plantear encuentros más cerrados. Dio para ganar al PSV en Anoeta (3-0) desde una idea de repliegue y contragolpe, pero no resultó suficiente para dejar en la cuneta al RB Leipzig, con el míster apostando ante los alemanes por un esquema 5-4-1. Veremos por qué se decanta en las citas más trascendentes de la presente edición, comenzando por la de este mismo jueves.
No fallar
Las decisiones más importantes de Alguacil en cuanto a filosofía de juego, sin embargo, llegarán en instancias más avanzadas de la Europa League, cuando la fragancia del todo o nada impregne cada encuentro, cada jugada, cada balón dividido. De momento la Real afronta una liguilla cuya clave va a residir principalmente en no fallar contra chipriotas y moldavos. El cuadro txuri-urdin cuenta con un potencial muy superior al de Omonia y Sheriff Tiraspol, circunstancia que, si se ve trasladada al terreno de juego, debería suponer la suma de doce puntos ante ambos rivales. No fallar contra ellos, principalmente en la caliente visita a Nicosia, resultará clave para amarrar al menos la segunda plaza y optar a la primera frente a un Manchester United que se desplazará a Donostia en la última jornada.
El calendario
Este curso la fase de grupos de la Europa League se celebra en formato comprimido, debido a la disputa del Mundial de Catar. Quedará finiquitada en menos de dos meses, tramo durante el que la agenda realista será la siguiente.
Jue 8/9 21.00 Man. United-Real
Dom 11/9 18.30 Getafe-Real
Jue 15/9 18.45 Real-Omonia
Dom 18/9 18.30 Real-Espanyol
Dom 2/10 - Girona-Real
Jue 6/10 18.45 Sheriff-Real
Dom 9/10 - Real-Villarreal
Jue 13/10 21.00 Real-Sheriff
Dom 16/10 - Celta-Real
Mié 19/10 - Real-Mallorca
Dom 23/10 - Valladolid-Real
Jue 27/10 21.00 Omonia-Real
Dom 30/10 - Real-Betis
Jue 3/11 18.45 Real-Man. United
Dom 6/11 - Real-Valencia
Mié 9/11 - Sevilla-Real
Dom 13/11 - 1ª ronda Copa del Rey
(*) En negrita, los partidos europeos
17
En apenas dos meses, de aquí al 13 de noviembre y mediando quince días de parón internacional a finales del presente mes, la Real deberá afrontar 17 partidos de tres competiciones:
10 de Liga. Villarreal, Betis y Sevilla, los rivales más potentes en el campeonato antes del parón del Mundial.
6 de Europa League. La liguilla continental íntegra.
1 de Copa. La Real debutará justo antes de la interrupción.