vitoria – La atención del planeta baloncestístico se dirigirá durante los próximos días a Tokio, donde doce países pugnarán desde este domingo por el impagable título de campeón olímpico. Únicamente estará el italiano Simone Fontecchio representando los colores azulgranas del Baskonia en el evento deportivo más glamuroso a nivel mundial.
En tierras niponas, sin embargo, también se dejarán ver un total de diez jugadores que en su día ocuparon una taquilla del Buesa Arena. Son los argentinos Luis Scola, Luca Vildoza, Patricio Garino y Nicolás Laprovittola, los franceses Thomas Heurtel y Vincent Poirier, los eslovenos Zoran Dragic y Jaka Blazic, el alemán Johannes Voigtmann y el italiano Achille Polonara, de ahí el importante seguimiento mediático que el torneo puede tener entre la afición baskonista.
El sistema de clasificación para los Juegos Olímpicos siempre deja fuera cada cuatro años –esta vez cinco– a selecciones muy potentes y con una gran tradición baloncestística. El número de participantes es muy reducido en comparación con los Europeos y los Mundiales, donde casi siempre se concita toda la flor y nata de este apasionante deporte.
Para los inminentes Juegos de Tokio, por ejemplo, no han conseguido el pasaporte países como Serbia, Lituania, Brasil o Canadá, todos ellos plagados de jugadores en la NBA pero que se quedaron sin su trozo de pastel tras el sorprendente fracaso en un reciente Preolímpico donde alguno desaprovechó incluso su condición de anfitrión.
Quien sí se ganó con todo merecimiento su plaza en tierras japonesas fue la Italia de Simone Fontecchio. Uno de los fichajes del Baskonia, procedente del Alba Berlín previo pago de los 250.000 euros que figuraban en su cláusula de rescisión, tiró del carro con unos excelentes promedios –casi 20 puntos y seis rebotes por encuentro– para que el bloque dirigido por Mateo Sacchetti pudiera regresar a unos Juegos Olímpicos la friolera de 17 años después.
El exterior de Pescara, que cubrirá la marcha de Rokas Giedraitis a la NBA, aspira a colgarse un metal al cuello antes de iniciar su periplo en Vitoria. La empresa es titánica para Italia, de la que Fontecchio conforma su columna vertebral junto a Nicolo Mannion, base de los Golden State Warriors, y Achille Polonara. Sobre el papel emergen varias selecciones con más pedigrí, aunque la exhibición ante Serbia en Belgrado debe poner las orejas tiesas a sus primeras piedras de toque.
Encuadrado en el grupo B junto a Alemania, Australia y Nigeria, el primer objetivo de Fontecchio radicará en avanzar al cruce de cuartos de final, algo que conseguirán los dos primeros de cada lote y los dos mejores terceros. Tres rivales de cuidado que, como Italia, también se encuentran entre los aspirantes a metal.
Alemania no dará facilidades pese a la ausencia de su estrella Dennis Schroder, Australia conserva casi intacto el bloque con el que se quedó a las puertas del bronce en los pasados Juegos de Río de Janeiro mientras que Nigeria, la mejor selección africana del momento con también varios NBA entre sus filas, ya se ha impuesto en la preparación a la todopoderosa Estados Unidos.
En realidad, tan solo dos selecciones gozan del papel de cenicientas en Tokio. Se trata de Irán, ubicada en el grupo A junto a la propia Estados Unidos, Francia y la sorprendente República Checa, verdugo de Canadá en el pasado Preolímpico. En el lote C, por su parte, la anfitriona Japón será un hueso muy fácil de roer para España, Argentina y la Eslovenia de Luka Doncic, con permiso de Kevin Durant el jugador que mayor seguimiento mediático tendrá en Tokio. Pese a los problemas de última hora derivados del covid-19, la negativa de sus grandes estrellas para competir en los Juegos o las dudas dejadas en algunos amistosos de preparación, Estados Unidos será el rival a batir para todo el mundo.
exbaskonistas en tokio
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Los argentinos Scola, Vildoza, Garino y Laprovittola, los franceses Heurtel y Poirier, los eslovenos Dragic y Blazic, el italiano Polonara y el alemán Voigtmann, también presentes.
El combinado transalpino vuelve a disputar unos Juegos 17 años después tras su exhibición en el reciente Preolimpico ante Serbia