Las sorpresas que genera el fútbol con el paso de los años son inimaginables. Quién le diría hace una década a la afición del Glorioso que Luis de la Fuente, el técnico que apenas duró nueve jornadas al mando del equipo durante su travesía en el desierto de la Segunda B, que en cuestión de años se acabaría convirtiendo en el seleccionador de España.
Pues bien, tras quemar etapas con éxito en las categorías inferiores de La Roja, el entrenador riojano asumió el relevo de Luis Enrique como el máximo encargado de la absoluta tras una controvertida decisión por parte de la federación encabezada por Rubiales. Como es habitual, son muchas las personas ligadas al fútbol que han conocido de cerca los métodos de trabajo de De la Fuente y, en este caso, los exalbiazules Iñaki Ocenda y Alex Quintanilla, y Kiko García, del Aurrera recuerdan en DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA cómo fueron sus experiencias con el preparador de Haro.
“Es un hombre de fútbol, tiene esa experiencia como jugador que le sirve para aportar valores. Intenta que el día a día sea llevadero”, cuenta Alex Quintanilla, actual futbolista del Nástic de Tarragona. De hecho, el jugador del cuadro catalán recaló en el Glorioso con apenas 20 años de la mano del técnico riojano en la temporada 2011-12, la del estreno del Grupo Saski Baskonia al frente del Glorioso. El zaguero vizcaíno, además, asegura que De la Fuente ha sido un entrenador “importante” en su carrera y que “ha evolucionado con los años’’.
Sin embargo, el paso que dio el técnico de Haro desde el fútbol formativo hacia un equipo de capital como el Glorioso tuvo su vértigo, y así lo explica Quintanilla: “Son circunstancias distintas, en el Alavés ese año se realizó un gran esfuerzo para tener la plantilla cuanto antes en Segunda. Había gente con mucha trayectoria, más veteranos y futbolistas con presión a nivel social y sí que la relación era más adulta. En un filial hay gente que es incluso menor de edad y lo más importante es la formación. Supo adaptarse bien a esas circunstancias, pero en el fútbol manda la pelotita y en ese momento desafortunadamente no quiso entrar”.
No en vano, Quintanilla incide en lo exigente que será el desafío al mando de la absoluta, aunque considera que está preparado para asumir el reto. “Cada vez ha adquirido más experiencia con las categorías inferiores. Es un proyecto ambicioso para él, pero está capacitado para ello. Me alegro muchísimo y le deseo lo mejor; la trayectoria que lleva en la federación es muy buena”, argumenta.
DEL AURRERA A LAS ROZAS
Uno de los primeros pasos que dio el técnico riojano al frente de los banquillos fue, precisamente, en el Aurrera de Vitoria. Estuvo al frente del banquillo rojillo durante 32 partidos en la temporada 2000-01 y, aunque fuese cesado al descolgarse del play off, realizó un buen papel en la Copa. Uno de los miembros de aquella pujante plantilla es Kiko García, quien recuerda con especial cariño la etapa de De la Fuente en el conjunto gasteiztarra.
“Para el Aurrera, que el seleccionador español haya entrenado al club es un orgullo y para los que compartimos año con él también”, relata Kiko, quien desglosa las características del riojano: “Era un entrenador muy cercano, había dejado de jugar al fútbol hace poco tiempo y siempre se sumaba a los entrenamientos como uno más. Le gustaba jugar en las pachangas con nosotros y le encantaba el fútbol”. En este sentido, el miembro de la directiva del Aurrera añade que De la Fuente “comprendía la mentalidad del jugador” y que, además “siempre ha sido un apasionado de formar a jóvenes y trabajar con ellos”.
En su caso particular, Kiko mantiene plena confianza en que su exentrenador está capacitado para asumir las riendas de la absoluta. “Dirigir a la absoluta son palabras mayores pero visto que lo fundamental es saber llevar el grupo y que la gente se sienta cómoda, Luis no va a tener ningún problema. En la selección hay mucho perfil de jugador joven y va a poder brindar esa confianza. Hay que gestionar los egos y los minutos pero él transmite mucha tranquilidad en ese aspecto, dudo que le vaya a superar la situación”, añade.
OCENDA, ORGULLOSO DE SU PUPILO
Quien coincidió con De la Fuente durante tres etapas distintas fue Iñaki Ocenda. El técnico gasteiztarra fue el segundo entrenador cuando el riojano colgó las botas en el Glorioso y, después, coincidió en el Aurrera y finalmente en el primer equipo del Alavés, en el que le acompañó como su mano derecha al frente del exigente banquillo babazorro. Pese a que la aventura del preparador de Haro en Mendizorroza se prolongase poco más de tres meses, ambos mantienen una buena relación y es así como Ocenda se alegra “enormemente” de que a su compañero le haya llegado la gran oportunidad de dirigir a la selección nacional.
“Me alegro enormemente, es el reconocimiento a un trabajo que ha realizado durante muchos años. Le deseo la suerte que se necesita en este deporte, ojalá tenga de cara esas circunstancias que rodean al fútbol, que no son pocas”, reflexiona el exentrenador de Glorioso, quien añade a su experimentada reflexión que el principal salto que dará el riojano es “de una selección formativa a una resultadista”.
Respecto al perfil de entrenador que le corresponde a De la Fuente, Ocenda incide en su cercanía con el futbolista y en su exquisito trato humano: “Luis es una persona muy afable, abierta, cariñosa y que trata fenomenal a todos los jugadores. No es ese típico entrenador ogro que por suerte pasó a la historia. Era un técnico exigente, eso sí, pero siempre tenía esa palmadita en la espalda para el jugador, que uno siempre acaba agradeciendo”.
En este sentido, para Iñaki Ocenda fue una sorpresa “a medias” que el técnico riojano asumiera las riendas de la selección. “Lleva muchos años en la casa y creo que por eso mismo se ha realizado la apuesta. En este caso Luis era el siguiente en el listado y se quería mantener una línea continuista. Me alegro de que haya logrado su sueño de dirigir a la selección absoluta”, concluye el gasteiztarra, orgulloso de los pasos que ha dado De la Fuente.
No hay duda de que la aventura en la que se ha embarcado Luis de la Fuente requiere una gran dosis de confianza y serenidad para afrontar las circunstancias más adversas. Aun y todo, quienes han tenido la valiosa oportunidad de conocerle de cerca coinciden en que el técnico riojano, quien fuera entrenador del Deportivo Alavés durante la travesía en el desierto de la categoría de bronce, está capacitado para asumir ese exigente desafío que está al alcance de unos pocos elegidos.