Un semental equino de 746 kilos y 12 dantzaris, protagonistas de San Roque

Amurrio afrontó ayer su quinta y penúltima jornada festiva en honor a San Roque, que tuvo su pistoletazo de salida a las diez de la mañana con la tradicional subida al santo, organizada por la Cofradía de la Santa Vera Cruz, desde la parroquia Santa María hasta la ermita del patrón, a la que llegaron alrededor de las 11.15 horas, tras una larga caminata. Y es que en las campas y aledaños de este templo se iba a centrar el principal acto festivo de la jornada: la ya popular feria ganadera del día de San Roque, que ayer cumplió su XXXVII edición.

Esta familia quiso retratarse con las vacas pirenaicas de Respaldiza.

Desde primeras horas de la mañana, la txosna de bocadillos y bebida cercana al parking, y un solitario puesto de productos caseros, daban la bienvenida a los fieles que se disponían a acudir a la misa cantada por la coral Mariaka. Ajenos a estos menesteres y bajo la atenta mirada de los 13 ganaderos participantes en la feria, se encontraban alrededor de 106 animales que, entre vacas, caballos, ovejas, cabras y bueyes, conformaban la muestra ganadera del municipio. Todos ellos eran de una calidad insuperable, ya que “al ser exposición el ganado viene seleccionado de antemano y no hay concurso, sino que sus dueños –tras intentar buscar el mejor lote de cada raza– reciben un recuerdo y dietas de transporte por participar”, explicó Iñigo Minguez, técnico del área municipal de Ganadería de Amurrio, que lamentó que este año “no hemos tenido burros ni cerdos, y nos han faltado muchas razas de ganado vacuno como las frisonas”, matizó, en relación a las vacas lecheras por excelencia.

El certamen de fandango y arin-arin nunca puede faltar en San Roke.

322 apuestas

Con todo el sector bovino estuvo más que bien representado por una pareja de bueyes de arrastre, de raza Alistano Sanabrés, que acercó desde Llodio Galder Bolaño, así como por ejemplares de las razas terreña, pirenaica y asturiana; aunque se echaron en falta las limusinas, las semi-salvajes betizu, además de las gigantescas charolesas. “Las normativas sanitarias de Diputación cada vez se están poniendo más exigentes, y eso ha echado para atrás a muchos ganaderos”, explicó a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el concejal de ganadería, Juan Cruz Apodaka.

Juan Cruz y Nuria se encargaron de la mesa donde se apostó por el peso de Indomable.

La situación afectó de lleno a la, de unos años a esta parte, más exitosa actividad de esta cita ganadera: el pesaje de un ejemplar, en torno al que se realizan apuestas. Y es que, hasta ahora, siempre se había realizado con alguno de los novillos de la voluminosa raza cárnica charolesa, que acercaba el ganadero de Saratxo, Joseba Ibarrola, pero su ausencia obligó a improvisar, y quien finalmente subió a la báscula fue 'Indomable'. Un elegante y precioso semental equino de cuatro años, de la explotación Aldama Landazuri de Lezama, que alcanzó en el marcador digital la friolera de 745 kilos. Hubo dos acertantes y la recaudación integra de las 322 apuestas realizadas, se repartió a partes iguales entre ambos. “La verdad que esto del pesaje da vidilla a la feria, ha sido todo un acierto que habrá que seguir manteniendo”, aportó la concejala de Fiestas, Nuria López, que también arrimó el hombro en la mesa de apuestas.

La txosna de San Roke siempre es un gran reclamo para las familias.

Respeto animal y danzas

Con todo, el corcel 'Indomable' no fue el único representante equino, ya que le acompañaron otras doce hermosas yeguas de carne y seis pottokas. La feria también contó en caprino, con tres lotes de las autóctonas azpigorris; y, en ovino, de seis lotes de raza latxa y otro de berrinchona, provenientes de toda la comarca ayalesa y su entorno. Todos ellos contaron, a lo largo de la feria, con agua y comida dentro de sus boxes. Y es que “llevamos ya varios años incidiendo en el respeto y bienestar a los animales. De ahí, los carteles de no tocarles”, detallaron desde el Ayuntamiento.

El pesaje del semental Indomable causó mucha expectación en San Roke.

Asimismo, de forma paralela a la feria ganadera y en el exterior de la ermita, se desarrolló el LVI concurso de aurresku y jotas que organizó la asociación amurrioarra Aiara Dantza Taldea, pregoneras de la edición festiva de 2019. Al certamen concurrieron cuatro parejas en fandango y arin arin, y otros cuatro dantzaris en aurresku y, una vez finalizado, la gente comenzó a retornar al centro urbano donde, a partir de las 20.00 horas, se fueron sucediendo desde el divertido espectáculo de acrobacias “Piensa en Wilbur” de la compañía Wilbur, hasta el concierto de Puro Relajo que, con sus versiones de canciones mexicanas y vascas, hizo más leve la espera al desfile de carrozas a cargo de las Cuadrillas.

El broche de oro lo puso una verbena con el grupo Trikizio y una Party Show con Dj Munza & Erasop Dj. Esta medianoche tocará despedir a Iguarrako entre bengalas y disparo de baterías pirotécnicas, pero antes queda toda una mañana de disfrute entre familia y amigos, en las campas del patrón, tomando parte en los concursos de tortilla de patatas y el novedoso de sukalki (guiso de ternera) que organiza el club de montaña Mendiko Lagunak.