El Señorío de Eulza, un edificio histórico de tres alturas cuyo origen se remonta a la Edad Media, podría pasar a ser de propiedad municipal. Según ha podido saber este periódico, los propietarios de esta dotación –una conocida constructora– han hecho una oferta al Ayuntamiento de Barañáin mediante la cual cederían las instalaciones, en avanzado estado de deterioro, a cambio de la modificación del uso de la parcela en la que se encuentran para construir 100 viviendas, manteniendo el edificio del señorío como parcela dotacional.
Una villa nobiliaria en la que el entorno ha cambiado considerablemente, y es que los vastos campos de cultivo con espacios arbolados que la poblaban antaño, han pasado a estar colmados de esqueletos de los futuros edificios (cerca de mil viviendas) que albergará el sector. Conservan sus aledaños, eso sí, parte del Paseo fluvial, rodeado de casas bajas y sociedades que hacen de este enclave un paraje único. En tiempos pasó a estar ocupado –hubo jóvenes universitarios que incluso lo adecentaron y le dieron vida– hasta terminar prácticamente sometido al abandono. Cerrado a cal y canto desde hace años, asoman a lo lejos las puntas de dos secuoyas que se adivinan, junto a una ermita y un par de columnas jónicas, entre las rejas de la puerta. Son los vestigios de un jardín botánico que hace ya tiempo que no crece, entre grandes estancias que ocultan una piscina y hasta una pequeña capilla.
El Señorío de Eulza dispone de una parcela de 10.561 metros cuadrados y una edificación de unos 2.500 metros cuadrados, de uso terciario. La propuesta pasa por modificar el planteamiento vigente (a través del PEAU) para cambiar el uso de la parcela y construir un edificio residencial de 9 alturas (planta baja + 8) en una superficie de 12.000 metros cuadrados. Se realizaría también la urbanización de la zona, con una bolsa de aparcamiento y un vial de acceso a la parcela en cuestión. La iniciativa, a cargo de Abaigar SL en nombre de la propiedad de la parcela, Pamplona Development SLU, plantea la entrega del señorío a cambio de la cesión obligatoria de los aprovechamientos nuevos generados, de forma que el Ayuntamiento pueda disponer del mismo como dotación municipal.
Diferentes usos
Y es que puede tener muchos usos. En 1719 se construyó en él un polvorín para albergar la pólvora de la ciudad de Pamplona –por lo que fue también escenario de las guerras Carlistas– cuando estaba a cargo de la familia Herdara, y pasó después a manos de Ambrosio Izu y Blanca de Urmeneta, aunque ha llovido mucho desde entonces. Según el catastro municipal, el Señorío perteneció a la familia Izu hasta 2005. Después vendieron la propiedad a Gestión y Obras Milenium, entidad que englobaba a Valeriano Mayayo y la promotora MRA, por un valor de compra estimado en 3,61 millones de euros.
En esos tiempos se dijo que albergaría un hotel y en los últimos meses ha servido como ‘sede alternativa’ de las empresas que han urbanizado la zona y construyen las futuras viviendas, ya que han utilizado las instalaciones para guardar material. Está claro que hay espacio para muchas cosas, aunque si el Ayuntamiento decide aceptar la oferta, las opciones pasan por terminar de facilitar su desaparición –derruirlo– o invertir una buena suma para darle salida.