En uno de los noviembres más lluviosos de la historia, una serie de cadáveres salvajemente asesinados aparecen en distintas localizaciones de la capital de Bizkaia. En compañía de su Grupo 4 de homicidios de la Ertzaintza, el inspector Ander Crespo deberá descubrir la identidad del asesino que se hace llamar H9, antes de que el solsticio de invierno acabe con todo. Un euskal noir de lo más realista de la mano del bilbaino Unai Goikoetxea.
Justo nos encontramos en la estación en la que se desarrolla la trama de su nueva novela Solsticio de invierno. Teniendo en cuenta todo lo que pasa en ella, ¿cree que deberíamos preocuparnos?
(Risas). Pues igual sí, fíjate, porque pasan cosas en estas épocas. Sobre todo a medida que se acerca el solsticio... En un principio no sabemos por qué suceden, pero a medida que avanza el libro quizá el lector empiece a preocuparse, sí...
Ambientada en Bilbao y tras haber sido el pasado 21 de diciembre el día del solsticio de invierno, es como si fuésemos a vivirla nada más salir a la calle...
El hecho de haber vivido siempre aquí permite que puedas describir los lugares con total familiaridad. En el caso de Bilbao, se convierte en esta novela en un personaje más que tiene su propia idiosincrasia y que le dota a la novela de un tono. No me ha resultado muy complicado introducirlo en la narrativa y darle cierta credibilidad.
Es un euskal noir que no pierde la esencia de su género con esta tensión, intriga y sangre propios de la novela negra, pero que posee sus tintes de camaradería y, a veces, comedia. ¿Intención o casualidad?
En esta novela suceden cosas terribles y los personajes traen una mochila, tienen un trasfondo que no es agradable, sus propios dramas personales..., pero también es cierto que a mí me gusta que las novelas, a pesar de lo negativo, tengan también un toque cómico -por lo menos en alguno de los personajes- que le dé una chispa de esperanza y que actúe como válvula de escape al lector. Si siempre estás leyendo cosas terribles, acabas tú también con ese aura o carácter negativo.
Pese a que parece tratarse de una historia de buenos y malos, la línea se difumina y encontramos personajes con moralidades grises. ¿Justifica la causa para bien o para mal los actos que se llevan a cabo?
No, yo siempre pienso que el fin no justifica los medios y que un acto delictivo siempre es un acto delictivo. No se le pueden poner paños calientes pero, sí que es cierto que también muchas veces tenemos que reflexionar, porque no vivimos en un mundo maniqueo, sino que en ciertas ocasiones gente buena hace cosas malas y gente mala hace cosas buenas. También es cierto que el lector a lo largo de la novela quizá pueda llegar a entender los actos negativos, porque en la vida sí que suceden injusticias y muchas veces hay gente que puede entender que tiene que tomarse la justicia por su mano para paliar esas injusticias. En este caso, respecto a los personajes buenos y malos, como tú bien dices, la línea es muy difusa.