16/agosto/1972
si pudiéramos repasar todos los partidos de pretemporada del Deportivo Alavés a lo largo de su historia, nos encontraríamos encuentros para todos los gustos. Rebobinaríamos enfrentamientos aburridos, divertidos, violentos, con goles, sin ellos, con retirada de alguno de los contendientes, dilucidados a penaltis con trofeo en juego, con público, a puerta cerrada, a este lado del Atlántico, al otro lado del 'charco' o quién sabe dónde.
Uno de los partidos de pretemporada que más me impactó en mi juventud, ¡Of course en el siglo pasado!, fue el que se celebró en la localidad de Dulantzi el 16 de agosto de 1972. Las buenas artes del maestro Jesús Ecenarro –natural de la población alavesa– propiciaron que el Deportivo Alavés fuese el invitado de honor ese año, en la disputa del denominado IV Trofeo Nuestra Señora de Ayala. A partir de 1973, año en el que se instauró el Trofeo Villa de Alegría, el conjunto albiazul gasteiztarra sería el huésped estrella del cartel durante varias ediciones de este torneo con su nueva denominación.