Uno de los toros de la ganadería Toropasión fue protagonista del quinto encierro de Tafalla al caerse en la curva de la estación y romperse el asta izquierda. En esta ocasión, la carrera se alargó hasta los tres minutos y seis segundos, y se saldó con dos heridos leves.
A escasos minutos de que el cohete rompiese el silencio fruto de los nervios de los corredores, algunos rezagados trataron de hacerse hueco en el vallado para poder disfrutar de la carrera. Mientras, los miembros de la Cruz Roja, recordaron la hazaña del toro que el pasado martes puso en vilo a los madrugadores al arrancar dos de los tablones del recorrido. Por su parte, los corredores se concentraron en prepararse para su tarea.
A las 09.00 horas el estallido del cohete dio el pistoletazo de salida, sin embargo, los seis toros se hicieron de rogar, dando indicios de como transcurriría el resto del encierro.
Después de correr la Avenida Severino Fernández en manada, uno de los miembros de la ganadería se dio de bruces contra el vallado de la curva de la Farola, logrando incorporarse afortunadamente sin mayor dificultad.
A partir de ese momento, los seis hermanos continuaron el recorrido de forma más desperdigada, lo que permitió que algunos de los corredores disfrutaran de la carrera y acabaran con muy buenas sensaciones.
“Hoy no ha estado mal, han ido un poco más abiertos y hemos tenido opción de pillar toro. A mi Tafalla me gusta muchísimo porque hay buenos toros y se corre bien”, contó Ángel Jiménez, vecino de Larraga de 32 años.
El momento de mayor tensión del quinto encierro de Tafalla se produjo en la curva de la Estación, cuando el toro más rezagado se resbaló y cayó al suelo. A pesar de sus intentos por levantarse tras haber sido pisado por los mansos, el animal se vio incapaz de unirse al resto de la manada. Ante su desesperación, los pastores se acercaron a socorrerle cogiéndole de la cola, logrando que este por fin se incorporara.
Aunque el toro hizo el amago de volverse, pronto tomó la dirección correcta, dejando a la vista que se había roto el cuerno izquierdo. El animal desfiló la última recta a la Plaza de Toros sin pausa, pero sin mucha prisa.
El quinto encierro de la localidad reafirmó que Tafalla es una cita imprescindible entre los corredores habituales. “Me esperaba que estos encierros fueran diferentes, la gente que viene aquí sabe correr, no viene cualquiera”, contó Pablo Alfaro, que se estrenó en San Fermines y era su primer año en Tafalla. El joven de 20 años se mostró muy satisfecho con su carrera, y recalcó que “es el día que mejor he corrido en mi vida”.
Aitor Sánchez, que ya ha visitado los encierros de San Fermín, Tudela, Alfaro y Tafalla, pretende cerrar el ciclo en Falces. “Yo suelo correr en el primer tramo del recorrido. Estoy contento, los toros de Tafalla son serios, grandes y que buscan”, explicó risueño.
De esta forma, el encierro protagonizado por la ganadería Toropasión trajo una de las carreras más lentas hasta la fecha y sin mayores incidencias. Según el parte médico emitido por la Cruz Roja, A.E.S., tafallés de 36 años, sufrió una erosión en la mano derecha y O.E., vecino también de la localidad de 48 años, se hizo una herida superficial al caer repentinamente en la curva de la Farola.
Los toros que corrieron durante la mañana participaron en el XVI Concurso de recortes de la localidad, donde la emoción y el espectáculo estuvieron servidos.