La acogedora villa de Ugao-Miraballes celebró ayer la gala de entrega de los XV Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak de la comarca Nerbioi-Ibaizabal. Diez galardonados, entre personas a título individual y colectivos y asociaciones de diversa índole, fueron los protagonistas de un evento que tuvo como escenario la ermita de la Virgen de Udiarraga y que arrancó, a las 19.00 horas, con Alain Salterain como maestro de ceremonias.
La primera intervención de bienvenida fue la de Marta Martín, Directora de DEIA que destacó el objetivo de unos premios “que reflejan el ADN de cada comarca, la esencia de sus localidades y pueblos, vuestra realidad”. A continuación, Ekaitz Mentxaka, como alcalde del municipio anfitrión de la cita, agradeció “el reconocimiento que se hace con esta iniciativa a quienes han destacado y a quienes trabajan por y para su pueblo y que hacen de Nerbioi-Ibaizabal un lugar mejor para vivir en una comarca ya de por sí luchadora y con gran capital humano”.
A partir de ese momento, los galardonados fueron pasando, uno a uno, por un altar reconvertido para la ocasión en un escenario. El deporte estuvo representado por Jorge Criado y Alberto Román, portavoces de la Junta Directiva del CD Montefuerte, del barrio de Ollargan, en Arrigorriaga, que lleva ya 25 años pegando acertados toques sobre el terreno de juego. En la actualidad tiene 17 equipos y 300 futbolistas algo que “se gestiona con mucha paciencia y metiendo muchas horas”. Otro terreno, el de los verdes pastos de Gorbeia, pisa habitualmente Aitor Azkueta, un joven de 31 años de Zeberio que cuida de “un rebaño de unas cuantas ovejas latxas, alrededor de 300 ovejas” y elabora queso Idiazabal bajo la marca Olarrekoa, en nombre del caserío familiar. Al sector primario también se dedican Roberto Ibarretxe e Isabel Viñas, pero en este caso, el eje de su actividad es la vinícola en la Bodega Uriondo de Zaratamo. Gracias a las dos hectáreas de viñedo, plantado donde antes tenían huertas y pastos para el ganado, recogen al año en torno a 15.000 kilos de uva que luego se transforma en un txakoli que traspasa fronteras y se consume, en un 60%, en EE.UU. “Un amigo que viajó a Seattle nos llamó emocionado para decir que había visto allí una botella de nuestro txakoli. Nos hizo mucha ilusión”, comentó Isabel Viñas a modo de anécdota.
Abrazos en Ugao-Miraballes, la villa más acogedora
Por ser ejemplo de unión por un interés común o comunitario, también fueron reconocidos la asociación Trintxa Zurlanketa Elkartea cuyos miembros se juntan en los locales del barrio de Bekea de Galdakao para dar formas a verdaderas obras de arte como “muebles, un arpa, el Puente Colgante de Portugalete...”, enumeraron; la agrupación de voluntarios Nagusilan de Amurrio que presta apoyo y acompañamiento a los mayores de la localidad “sacando horas de donde casi no tenemos, pero merece la pena”; y la Fundación Harribide que, desde hace dos décadas, se ha hecho un hueco en Etxebarri desempeñando un trabajo digno de ser premiado y que tiene como usuarios “a toda la gente del pueblo pero ayudamos a los más necesitados, sobre todo con el Banco de Alimentos y la acogida de migrantes”.
Muy emotiva y aplaudida fue la intervención de Estíbaliz Martín, presidenta de la asociación CTNNB1 para visibilizar una de esas enfermedades denominadas raras y sin tratamiento. De Basauri y amatxu de Paula, una pequeña que padece ese síndrome, explicó que “nuestra lucha es una carrera de fondo y tenemos nuestra esperanza puesta en una terapia génica que se está investigando en Eslovenia. Si no llega para nuestros hijos que, al menos, asentemos las bases para que sirva a otros”.
La educación es la base de la sociedad del futuro y esos cimientos se van forjando desde la infancia. Y por ello obtuvieron galardón el colegio La Milagrosa Laudio, que comenzó su andadura en la localidad hace ya 100 años de la mano de las Hijas las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y el Instituto de Etxebarri por gestionar la nevera solidaria del proyecto Rex Catering. Y el broche final llegó con el ugaotarra Jesús Uriarte que a sus 81 años sigue ejerciendo de Juez de Paz de la villa “ayudando todo lo que puedo a mis vecinos”.