El Tribunal de Apelación de Lublin ha prorrogado la detención preventiva del reportero vasco Pablo González hasta el próximo 24 de mayo, según ha informado Reporteros Sin Fronteras (RSF), que recuerda que mañana hará una año que el periodista fue detenido por la Agencia Polaca de Seguridad Interior (ABW) en Przemysl, acusado de espiar para los servicios rusos.
Dado que Pablo González es considerado "preso peligroso", la organización ha asegurado que se le han impuesto condiciones "especialmente duras", como llevar esposas en todo momento al salir de su celda -constantemente vigilada por cámaras- o que los funcionarios de prisiones "le obliguen a desnudarse varias veces al día y someterse a registros extremadamente minuciosos".
Reporteros Sin Fronteras ha denunciado que "se le ha llegado a permitir ducharse solo una vez por semana y no se le concedió la visita de un dermatólogo durante meses por un problema de piel". Además, ha lamentado que el periodista "no tuvo la posibilidad de recibir visitas, hasta que su mujer logró ir a verlo en noviembre, nueve meses después de su detención".
"Lamentamos que el tribunal polaco se haya negado a poner en libertad al periodista Pablo González mientras espera su juicio por espionaje. Su detención, una medida preventiva especialmente dura, debe terminar cuanto antes. Mientras tanto, las condiciones de su confinamiento deben mejorar significativamente", ha apuntado el responsable del Área UE-Balcanes de RSF, Pavol Szalai.
Pablo González está especializado en el espacio postsoviético y cubría la guerra en Ucrania y la crisis de refugiados en la frontera ucraniano-polaca para medios españoles como el diario Público y la cadena de televisión La Sexta. Hasta ahora, "no se han revelado elementos materiales de calado que justifiquen la detención de Pablo González".
Las autoridades polacas alegan que el periodista estaba en posesión de dos pasaportes con nombres diferentes, uno ruso y otro español, dando a entender que uno de ellos constituía una prueba de uso de identidad falsa con fines de espionaje, según explica RSF.
En el pasaporte ruso de González, el periodista consta como Pavel Rubtsov, pues utiliza el apellido de su padre; su documento español le identifica como Pablo González Yagüe, ya que usa los dos apellidos de su madre, quien decidió, con el acuerdo del padre, registrar a Pablo con su nombre y apellidos españoles cuando se divorciaron y ella se trasladó a España con su hijo siendo niño, en los años noventa.
Polonia se sitúa en el puesto 66 de los 180 países analizados en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2022 de la organización.