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Navarra

Julián Sevillano, un tudelano de altos vuelos

El tudelano posa en el año 1950 delante de uno de los aparatos de vuelo sin motor que se denominaban 'veleros'.
El tudelano posa en el año 1950 delante de uno de los aparatos de vuelo sin motor que se denominaban 'veleros'.

Fallecido con 42 años fumigando unos campos, Julián Sevillano consiguió varios récords nacionales y uno mundial de vuelo sin motor siendo un adelantado a su tiempo y olvidado en su ciudad natal.

Se cumple este año el centenario del nacimiento de uno de los personajes más desconocidos y relevantes que ha tenido Tudela dentro de un aspecto en el que nunca ha destacado la localidad, la aviación. Nacido el 14 de agosto de 1921 en la calle de la Estación, Julián Sevillano Pérez fue en la década de los 40 y 50 del pasado siglo, uno de los aviadores más importantes del panorama nacional hasta el extremo de batir varios récords nacionales de permanencia en el aire y uno mundial de distancia recorrida en vuelo sin motor. Sevillano fue uno de los precursores de esta forma de volar que comenzó a desarrollarse a partir de los años 20 y 30 y del que el tudelano era un apasionado. No son pocas las personas de edad avanzada que le recuerdan volando bajo por la ciudad "para saludar a su novia", hasta el extremo de que cuando se oía un avión se solía decir "ya está el Sevillano por ahí".

primeros años Hijo de Julián Sevillano, natural de Dévanos (Soria) y de Elisa Pérez, de Tudela, su padre era comerciante y vivía en la calle de la Estación, siendo bautizado en la parroquia de Santa María.

En aquella pequeña Tudela de los años 30 con poco más de 11.200 habitantes vivió su juventud el pequeño Sevillano (tenía muy poca estatura), aunque muy pronto movería sus alas para salir del Ebro y buscar mejores lugares donde poder desarrollar su pasión. Recién terminada la Guerra Civil española, el 1 de noviembre de 1940, con 19 años de edad, Julián Sevillano fue designado como uno de los alumnos que ya tenían los títulos A y B y que habían sido elegidos para asistir al Curso de Vuelo sin Motor que se desarrolló en la Escuela Provincial de Huesca que les daba el título C. La noticia en el BOE indicaba que el objetivo del curso era el de "difundir en mayor grado y perfeccionamiento entre la juventud española las prácticas del vuelo planeado y a vela, que han de redundar en positivos beneficios para la mejor preparación de la Nación en su Arma Aérea, se desarrollará en la Escuela Provincial de Vuelos sin Motor". El curso tenía una duración aproximada de dos meses y comenzó el día 10 de noviembre, si bien los alumnos se tenían que presentar el día 9 de noviembre de 1940 en el local de la Jefatura Provincial de F. E. T. y de las J. O. N. S. de Huesca donde se les realizó un reconocimiento médico. Tanto los viajes de ida y vuelta como la enseñanza y la alimentación fueron "por cuenta del Estado, con cargo al Ministerio del Aire", eso sí, la escuela quedaba "eximida de toda responsabilidad en los accidentes, poco probables, que pudieran ocurrir al alumno durante su permanencia en la misma".

Sevillano siguió con su formación y fue uno de los cinco jóvenes que viajaron a la Alemania nazi de Hitler, en guerra con medio mundo, tras aceptar el Estado la invitación del Cuerpo de Aviaciones Nacional-Socialista (NSFK) y del Ministerio del Aire alemán. Así un grupo de jóvenes españoles de la Escuela del Ministerio del Aire español, se marchó a la Escuela de Pilotos de dicha especialidad en Gruman, para perfeccionar sus técnicas de vuelo, de manos de los que eran los mejores especialistas del mundo.

Cuando todavía no era instructor sufrió un grave accidente en 1941, en un tiempo en que se empleaba un sistema de gomas que permitía lanzar al avión desde una ladera. Aquel 1941, Sevillano despegó del aeródromo de Monflorite (Huesca) con una de esas gomas, la anilla no se desprendió del velero y además se enredó la goma en el carrillo de despegue de la aeronave, por lo que el planeador tomó tierra de forma invertida. Al piloto tudelano le costó la fractura de ambas piernas y otras lesiones menores. Ya entonces se indicó que Julián Sevillano, tuvo suerte, porque "gracias a su corta estatura, no golpeó con la cabeza en el suelo y pudo salvar la vida". Pero estaba destinado a realizar grandes hazañas en el aire que comenzaron en cuanto se curó de aquellas graves roturas.

En 1944 el Ejército del Aire compró 20 avionetas Fieseler Storch, con la que se generalizó el sistema de remolque por avión, que sustituyó al sistema de gomas o sandows, con el que el tudelano tuvo el accidente.

instructor en huesca Volviendo la vista atrás, el 29 de octubre de 1941, Sevillano, a bordo de un Kramich II, estableció una marca de permanencia en el aire de 11 horas y 24 minutos y 5 segundos, que suponía una gran proeza para ese año. En 1942 fue nombrado Instructor de la Escuela de Huesca y el general Gallarza realizó una visita a la escuela de Huesca ese año y, tal y como narraba ABC, entregó unos trofeos "cedidos por el señor Thomson, jefe del partido Nacional-Socialista en España" a instructores y alumnos entre otros a Sevillano y Gutiérrez "que alcanzaron el pasado año de 1941 las marcas nacionales de permanencia en el aire y distancia en línea recta, respectivamente". Este mismo año estableció una nueva marca nacional de Ganancia de Altura (Clase biplaza) estableciéndola en 2.275 metros. El 10 de junio de aquel mismo año, Julián Sevillano realizó un relato de su vuelo en la Revista de Aeronáutica, tenía apenas 20 años de edad. Tras ser remolcado por un avión y despegar con el velero Kranich cogió poco a poco altura hasta que narra "me encontraba a 2.200 metros sobre el suelo, en la base de la nube con bastantes sacudidas a los 40 minutos de vuelo. La temperatura había bajado tanto, que a pesar de llevar las ventanillas cerradas sentía un frío intenso que me hacía temblar (...) A los 50 minutos de vuelo había atravesado los 300 metros de nubes, ósea una altura de 2.530 metros. Me mantuve unos minutos volando, viendo encima del cúmulo la sombra del velero en la nube rodeada de un halo con los colores del arco iris". Concluía el viaje haciendo el balance de que "después de volar una hora y cincuenta minutos, con una altura sobre ella (la Escuela de Huesca) de 2.530 metros, o sea 2.275 sobre el punto de lanzamiento y 3.075 sobre el nivel del mar".

Durante el siguiente año, batió diversos récords nacionales de vuelo sin motor, entre los que destacan el llevado a cabo el 18 de mayo, que voló desde Monflorite a Calig (Castellón de la Plana), 215 kilómetros, y el que efectuó el 26 del mismo mes, volando desde Monflorite a Castellón (245 kilómetros), con el que batió en pocos días dos veces su registro. Junto a Miguel Ara, pocos días después el 21 de julio, de nuevo volaron en pareja (dos veleros) desde la Escuela de Monflorite (Huesca) a Zaragoza y regreso, batiendo la marca nacional de "distancia de ida y vuelta a punto prefijado", con lo que demostró su elevado grado de instrucción y la excelente aptitud como instructor de vuelo.

Formó parte del equipo español que participó en el II Campeonato Mundial de Vuelo sin Motor, celebrado en Samedan (Suiza) en julio de 1948. Dos años más tarde, el 26 de mayo de 1950, el ya profesor superior (asimilado a capitán desde febrero de ese mismo año) conquistó el primer récord nacional de distancia a punto prefijado (biplaza) a bordo de un "Kramich II" al cubrir la distancia Logroño-Huesca-Sabadell (385 kilómetros). ABC narraba como "el piloto profesional Julián Sevillano y el alumno Cruz quienes con el aparato de vuelo sin motor Kranich salieron a las 11.55 de esta mañana de Logroño y han llegado al aeródromo de Sabadell a las 6.13 de la tarde. Se espera que este récord sea homologado oficialmente".

En julio de ese año, la corporación tudelana con su alcalde Melero al frente hizo constar en acta a "felicitación del Ayuntamiento a tan distinguido hijo de la ciudad" y el programa de fiestas de Santa Ana de ese año mostraba un artículo dedicado a sus logros. Bajo el título "Un nuevo triunfo de Julián Sevillano", señalaba "un éxito indiscutible el conseguido por este joven tudelano que desde su adolescencia se consagró por entero a la aeronáutica en la difícil y arriesgada especialidad de vuelo sin motor (...) Su gesto heroico al batir un récord mundial de aviación, además de agigantar su personalidad de gran aeronauta, redunda en honra y renombre para el pueblo de Tudela. Deseamos a Sevillano todos los triunfos aeronáuticos posibles".

La prensa destacaba que "el aparato que pilotaban fue construido en el parque eventual de Sabadell en el año 1943 y tiene el número 1 de fabricación. Al descender de la cabina del aparato el profesor señor Sevillano ha expresado su contento por la buena marcha durante todo el vuelo y su satisfacción por la posible mejora del récord mundial, así como la seguridad de haber batido el récord mundial además de obtener con ese vuelo el título C. Oro que será el segundo que se ostente en España".

Asimismo, el brillante piloto tudelano tomó parte en numerosos concursos y exhibiciones aeronáuticas, de los que merece destacar su participación en la carrera Madrid-Barcelona que se celebró en julio de 1962 y en la que conquistó el tercer puesto. A lo largo de su vida profesional desarrolló una extraordinaria labor como instructor de vuelo y de divulgación del vuelo sin motor.

Solo dos años después de la participación en esa carrera, el 16 de junio, a sus 42 años de edad, sufrió un accidente que le costó la vida cuando estaba fumigando unos campos de cultivo en Plasencia (Cáceres), una labor que compaginaba con su pasión por la aviación. La avioneta que pilotaba se estrelló contra un poste y se incendió al caer al suelo. El periódico La Vanguardia, hacía referencia a la noticia pero sin mencionar la relevancia del piloto que había fallecido aquel atardecer. "Una avioneta que realizaba servicios de fumigación se ha estrellado hoy contra un poste del tendido eléctrico, pereciendo en el acto su piloto, don Julián Sevillano Pérez, de 42 años. El aparato, un biplaza EC, motor Pauni. de 150 caballos, se encontraba desde hace días en la finca El Rincón, del término municipal de Plasencia, fumigando unas plantaciones de maíz y tabaco. A última hora de la tarde de hoy, en una de las pasadas de fumigación, salvó una línea de alta tensión, debajo de la cual tenía que pasar, y luego fue a chocar con el poste del tendido eléctrico, cayendo sobre la orilla del río Jerte. El aparato se incendió, pereciendo el piloto en el accidente".

"La temperatura había bajado tanto que pese a tener las ventanillas cerradas sentía tal frío que me hacía temblar"

"Veía encima del cúmulo la sombra del velero, rodeada de un halo con los colores del arco iris"

"Después de volar 1 hora y 50 minutos llegué a una altura de 2.275 metros"

julián sevillano

Piloto

"Su gesto heroico, además de agigantar su personalidad, redunda en honra para Tudela"

2021-12-06T07:13:02+01:00
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