No hay duda de que Euskadi destaca, además de por su historia, cultura y naturaleza, por su gastronomía y turismo. Debido a esto, los visitantes que se acercan a nuestro territorio con intención de conocerla quedan prendados de la tranquilidad y belleza de sus alrededores. Esto también lo reflejan los creadores de contenido que pisan las tierras vascas.
Así lo confirma James Blick, un influencer de Nueva Zelanda que ha visitado Euskadi, lo cual considera "cultura que confía en sí misma", tras pasear por algunos de sus lugares más famosos y mostrar su encanto.
Y lo ha hecho visitando el Puerto Viejo de Algorta, en Getxo (Bizkaia), con la playa ante sus ojos y cerca de bares.
Calma por doquier
James Blick remarcó la tranquilidad de los habitantes, pues pueden disfrutar de sus pintxos y bebidas en terrazas. Hasta pueden cruzar la vía con sus consumiciones para sentarse o descansar admirando las vistas sin ningún tipo de preocupación.
Para el neozelandés, esto muestra respeto y educación entre los vascos, pues asegura que “estas personas van a regresar al bar a pagar, si no lo han hecho ya”, subrayando los modales que muestra en su vida cotidiana la sociedad vasca.
De acuerdo con el creador de contenido, los vascos confiamos que cada uno actuará de manera responsable y adulta, sin tener que estar bajo lupa por parte de camareros o agentes de seguridad. "No hay un policía o un camarero persiguiéndote para que cumplas las normas. Y aún así, todo funciona".
La gastronomía y el ocio, pilares clave
El influencer destacó que esta confianza no se limita solo a la convivencia en bares y terrazas, sino que se extiende a otros aspectos de la vida cotidiana en Euskadi. Blick quedó impresionado por la calma que se respira cerca del mar, donde los locales se relajan bajo el sol, conversan tranquilamente y disfrutan de la vida sin prisas ni preocupaciones.
"Están tumbados al sol, charlando, tomando una copa de vino, y no pasa nada. Todo está bien, todo fluye. No sé, hay algo hermoso en eso, que no puedo poner en palabras", confesó.
Esta experiencia personal del neozelandés no solo refuerza la imagen de Euskadi como destino turístico, sino que también pone en valor el estilo de vida auténtico que caracteriza a la región. Aquí, la confianza mutua y el respeto por los demás forman parte de la cultura local, algo que, según Blick, es difícil de encontrar en otros lugares.
Pausa y convivencia
La esencia de Euskadi radica en esta combinación perfecta entre la belleza natural, la gastronomía de renombre y una manera de vivir que invita a la calma y al disfrute. Euskadi no solo ofrece playas y pintxos, sino también una oportunidad única para desconectar y disfrutar de la vida sin las presiones habituales.
En palabras del influencer, es todo calma: "Me encanta eso. Es como si todo estuviera bien aquí. No sé cómo explicarlo, pero te sientes en paz, como si este fuera el tipo de vida que todo el mundo debería experimentar al menos una vez".
El impacto de esta atmósfera de confianza es tal que muchos visitantes regresan a sus hogares no solo con recuerdos inolvidables, sino también con una nueva perspectiva sobre la vida. En Euskadi, las personas disfrutan de un vino junto al mar sin preocupaciones, y la vida parece avanzar al ritmo perfecto, sin la ansiedad del tiempo.
Para Blick, esta experiencia representa una lección sobre la importancia de la pausa, la convivencia y la confianza en los demás.