Un viaje por Rioja Alavesa, mucho más que la tierra del vino

Ya empezamos a recibir esas primeras jornadas de calor propias del verano, y para exprimir al máximo la estación estival les proponemos maridar una aventura llena de paradas ineludibles con buen vino. Para ello, ponemos rumbo a Rioja Alavesa, donde descubriremos, a lo largo de estas líneas, que es una tierra con mucho más que caldos majestuosos.

Con Laguardia como capital indiscutible, son varios los pueblos por los que podemos pasar en nuestro itinerario, tales como Elciego, Labastida, Samaniego, Lanciego, Navaridas, Elvillar, Villabuena de Álava, Lapuebla de Labarca u Oyón.

Para los amantes de las rutas en bicicleta, les proponemos para empezar una aventura muy especial con la que ir descubriendo esta zona a través de su más mágica historia.

Efectivamente, hablamos de la ruta de los dólmenes, algunos de ellos no exentos de mitos y mística, que a lo largo de algo más de 50 kilómetros y en sentido circular, nos permitirán descubrir los secretos del territorio. Empezaremos nuestro recorrido en el dolmen de El Encinal , para pasar al de Los Llanos, La Chabola de la Hechicera, El Alto de la Huesera, Layaza, El Montecillo, El Sotillo, San Martín y, de vuelta a Laguardia.

Toda la información sobre esta ruta pueden encontrarla en la web de Turismo del Gobierno vasco, donde además nos ofrecen datos de nuestro siguiente destino: el poblado de La Hoya, ya que estamos en Laguardia.

En este recinto arqueológico grandes y pequeños tendrán la oportunidad de descubrir todos los secretos del yacimiento descubierto en el año 1935 y que nos hace remontarnos a hace más de 3.400 años, cuando la zona ya se encontraba ocupada.

Además de recorrer el propio poblado, tendremos la oportunidad de acercarnos al museo para contemplar todos los restos que se han ido encontrando en las excavaciones y guardando para disfrute del público, donde encontraremos desde vasijas hasta platos, decoraciones...

Sin duda, acercarnos a Rioja Alavesa es echar un vistazo a nuestro pasado más reciente pero también lejano, pues yacimientos encontraremos varios.

Batallas y guerras

Si salimos de Laguardia y nos acercamos a la cercana Navaridas (a seis minutos en coche) nos encontraremos con un pueblo en el que, desde el confín de los tiempos, sus tierras y campos fueron territorios fronterizos que fueron testigo de batallas y guerras entre los pueblos que se las disputaban: celtas y romanos; cristianos y árabes; vascones y castellanos... “Todos sus pobladores, desde la Edad de Bronce hasta hoy en día, han trabajado duramente las tierras de labor para mostrar el más grande de nuestros tesoros: el vino”, cuentan además desde el consistorio.

Pero, si queremos acercarnos realmente a la historia de esta localidad, parada ineludible será el yacimiento Poblado Alto de Castejón, una zona calificada como Bien Cultural con categoría de Conjunto Monumental que ha sacado a la luz importantes restos de este poblado ocupado fundamentalmente durante la Primera Edad de Hierro.

Trujales en Lanciego

Por supuesto, la de el vino es una de las producciones más importantes de Rioja Alavesa, pero su aceite tampoco se queda atrás. El trujal de Lanciego, sin ir más lejos, es el más antiguo de Rioja Alavesa y, propiedad del Ayuntamiento, está instalado sobre un viejo molino de harina.

“Los labriegos de Lanciego y de los municipios colindantes vienen acudiendo durante muchos años a prensar la oliva. Actualmente muele alrededor de 80.000 kilos de oliva de los que se obtienen aproximadamente unos 21.000 litros de aceite”, explican desde la Diputación.

Y, de vuelta en Laguardia, nos acercaremos para descubrirlo todo sobre el vino en el centro temático del vino de Villa Lucía. Perfecto para toda la familia, encontramos hasta proyecciones en 4D, catas virtuales de aromas, maquetas, hologramas y todo tipo de detalles para no perdernos nada. Además, podremos pasear por sus jardines, donde recorreremos la antigua finca de recreo de la familia del fabulista Samaniego.

Arquitectura sin parangón

También les proponemos, ya que hablamos de vinos, acercarse a dos bodegas que, por su especial arquitectura, no dejarán indiferente a nadie. Se trata por un lado del Hotel Marqués de Riscal de Elciego, enmarcado dentro de la bodega Herederos del Marqués de Riscal, cuya obra corrió a cargo del arquitecto Frank Gehry, diseñador a su vez del Guggenheim de Bilbao.

También podemos darnos un paseo hasta Ysios, una bodega que con sus ondas se mimetiza a la perfección con la cadena montañosa que se encuentra a su espalda. Sin duda, dos experiencias únicas.

Pero si quieren probar algo completamente distinto, no pueden perderse las muchas bodegas subterráneas que encontrarán en Laguardia, donde degustar caldos de gran calidad maridados en muchos casos con espectáculos, quesos y embutidos en una experiencia que se quedará almacenada en su memoria largo tiempo.