"El ordenador te ayuda en el trabajo, pero lo vital está en la cabeza". Son palabras de Micaela Portilla en la última entrevista que ofreció a un medio de comunicación escrito, una conversación que DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA publicó en marzo de 2005, pocos meses antes del fallecimiento de esta alavesa imprescindible para el territorio y su patrimonio histórico y artístico.
Su figura siempre está presente, también ahora a través de la pantalla. PHOTO-ARABA, el portal creado por el Archivo de Álava para la difusión del patrimonio fotográfico de la Diputación y que recientemente ha alcanzado las cien mil imágenes difundidas a través de internet, acaba de publicar la exposición virtual La conferenciante es una mujer. Micaela Portilla (1922-2005) en el año en el que se cumple el centenario de su nacimiento.
Esta muestra virtual incluye 14 fotografías, todas ellas referenciadas, componiendo una biografía, con una selección de textos y materiales realizada por la técnica de Archivos Eloisa Navajas Twose. Además, se incluye un vídeo en el que Micaela Portilla explica la historia del convento de Quejana así como de las torres de Guevara, Martioda y Mendoza, siendo uno de los pocos documentos audiovisuales publicados sobre una de las mejores investigadoras de Álava y su pasado.
Cabe recordar que en la actualidad en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa se puede visitar el punto de interés organizado con obras y materiales de Micaela Portilla. En julio se organizó en la Torre de Fontecha el homenaje en el día del centenario, y también el Bibat en agosto organizó una exposición.
Micaela Portilla Vitoria es bien conocida por la ciudadanía por ser una de las investigadoras más destacadas de la historia de Álava, además de su cercanía como maestra y divulgadora, facetas ambas a las que ella siempre dio mucha importancia, según recuerdan desde la Diputación.
"Mi vida profesional son 43 años, seis meses y 18 días de profesora. Todo lo que haces te va renovando por eso creo que la investigación y la docencia se complementan la una a la otra. En cuanto a lo de vitoriana, eso lo llevo tan dentro que no se puede separar de mi trabajo" contaba a preguntas de este periódico. "El día que uno se para, malo. Lo que hay que hacer es seguir".