Una aplicación gratuita para todos los teléfonos móviles y denominada 'Scan4cHEM' informará a los consumidores sobre la posible presencia de sustancias tóxicas en diversos productos a través del escaneo de sus códigos de barras.
El sistema permite informarse al momento de la presencia de algunas de las 224 "sustancias altamente preocupantes" -SVHC, por sus siglas en inglés- en productos textiles, electrodomésticos, material deportivo, muebles, juguetes o embalaje, entre otros, aunque no incluye alimentos ni cosméticos, según un comunicado de la plataforma Hogar sin Tóxicos.
Las SVHC son aquellas sustancias asociadas a una serie de posibles efectos dañinos sobre la salud, como las que pueden ser cancerígenas o provocar mutaciones genéticas, las que son persistentes en el organismo, las tóxicas para la reproducción, o las capaces de producir alteraciones hormonales a muy bajas concentraciones.
Según el Reglamento de la UE sobre productos químicos, Registro de Sustancias y Mezclas Químicas (REACH), las empresas fabricantes y proveedoras están obligadas a proporcionar información al público si un producto SVHC por encima de una concentración del 0,1%.
Un plazo de 45 días
Si un producto carece de esta información porque la empresa fabricante no lo hubiera aportado en su base de datos, la aplicación facilita al consumidor la opción de remitir una petición reclamándola, mediante la cual la compañía consultada estará obligada por ley a suministrarla en un plazo de 45 días.
La aplicación está financiada a través del proyecto AskReach de la Unión Europea, en el que participan casi 40 organizaciones y entidades colaboradoras pertenecientes a 19 países europeos que representan a instituciones oficiales, centros de investigación y diferentes organizaciones ambientales y de consumidores.
En el caso del Estado español, esta iniciativa está coordinada por la Fundación Vida Sostenible, que suministra a los consumidores toda la información necesaria para descargar y utilizar la aplicación.
Laura González, una de las coordinadoras del proyecto, ha indicado que se trata de "mejorar el flujo de información entre las empresas y los consumidores" además de "sensibilizar a la ciudadanía" para que pueda "ejercer presión sobre las empresas" a la hora de controlar las SVHC.