Los retos del modelo constructivo del futuro pasan por un esquema que aúne “industrialización, digitalización, componentes y una visión humanista”. Una estrategia ambiciosa que, según Antonio Domínguez, director de Desarrollo de Negocio de Indalsu, firma dedicada a la fabricación de extrusión de aluminio para la arquitectura y la industria. A su juicio, es hora de dar pasos y de apostar, desde una vertiente integral, por un modelo en el que se asienten todos estos cambios, porque la evolución de la economía y de los problemas medioambientales “van a obligar a ello”.
“ La falta de vivienda social y de oferta de pisos en alquiler constituyen un drama ”
“La falta de vivienda social y de oferta de pisos en alquiler constituyen un drama”, indicó Domínguez, que citó asimismo la falta de mano de obra como otro de los problemas con los que tiene que desenvolverse el sector. “Faltan 700.000 trabajadores en el campo de la construcción. Desde el año 2008, los trabajadores menores de 30 años en el sector han pasado de un 25% al 9% que tenemos en la actualidad”. Por ello, y por la necesidad de construir un parque de vivienda que se ajuste a las necesidades reales de la sociedad, reivindicó que la construcción se consolide de la mano de un proceso que tenga a las personas en el centro de la mirada. “Necesitamos un sistema de construcción en el que primen valores como la calidad de vida, el bienestar, la inclusión, la diversidad, la sostenibilidad, la ética y el medio ambiente”, justificó.
Para lograr este objetivo, el nuevo paradigma deberá basarse, técnicamente, en conceptos como “la eficiencia, la productividad y la calidad” de los proyectos constructivos. A su vez, se requiere una visión que incluya también la digitalización de los procesos, de manera que se puedan optimizar costes de producción, y que emplee asimismo las utilidades que brinden también las aplicaciones de Inteligencia Artificial.
El arquitecto navarro Patxi Mangado cerró el acto
En la misma línea de aproximación a un diseño que tenga a las personas y su bienestar como prioridad disertó, en la ponencia de clausura del foro, el arquitecto navarro Patxi Mangado. Autor del diseño del Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra -conocido como el Baluarte- y del Pabellón de España en la Expo 2008 de Zaragoza, Mangado defendió que “la industrialización aplicada a la arquitectura debe tener conciencia social”, puesto que “ha de contribuir a recortar o eliminar las diferencias que existen en nuestra sociedad”.
En este sentido, Mangado cree que la industrialización debe enmarcarse “en un concepto más amplio de economía circular”. “La industrialización ha de ligarse a los objetivos medioambientales. Solo los procesos industriales permiten una evaluación exacta del rendimiento, de sus economías, y nociones como eficacia o relación medios-fines podrían adquirir un valor ideológico que animen a los arquitectos a asumir su papel en la génesis de una arquitectura de máximo compromiso, entidad y belleza”, insistió el arquitecto, que subrayó que “el ahorro de costes y la calidad que aseguran estos procesos tendrán que trasladarse al usuario”.