Tras la regeneración producida este verano en la plantilla del Deportivo Alavés, lo lógico hace varias semanas hubiera sido pensar que a Luis García Plaza le costaría un tiempo unir todas sus piezas y, posteriormente, conseguir que estas se sintieran cómodas en su idea de juego. Sin embargo, el técnico madrileño ha logrado acortar los plazos de dicho proceso al máximo y, en apenas ocho jornadas, ya se ha podido ver un conjunto babazorro muy reconocible, lo cual es una de las muchas claves de este gran arranque liguero.
Además, por si lo anterior no fuera una noticia lo suficientemente buena, el preparador babazorro ha recibido en las últimas horas la solución a una de sus principales preocupaciones, pues, con el regreso de Víctor Laguardia, ha visto completada una línea defensiva que, si bien había podido cumplir sin demasiados problemas con sus labores hasta ahora, se hubiera visto obligada a depender de la polivalencia de sus integrantes –o de la cantera– en el desafortunado caso de sufrir algún contratiempo más.
Así las cosas, aunque haya tenido que esperar un mes más de lo esperado para ello, el madrileño cuenta ahora con una plantilla casi completa, porque, desde este miércoles, son dos las variantes naturales, y de garantías, que tiene en la mayoría de las posiciones. Algo que, sin lugar a dudas, será fundamental cuando uno o más componentes del once titular –ese que cualquier aficionado, al contrario que la temporada pasada a estas alturas, puede ya enumerar sin equivocarse– esté forzado a parar por lesión o sanción.
Tras la marcha de Fernando Pacheco al Almería, el Alavés necesitaba un nuevo guardián para su portería y lo ha encontrado en Antonio Sivera. Pese a su comienzo dubitativo, el guardameta de Jávea, cubierto por Owono en el banquillo, ha aprovechado la confianza que le han brindado el club y Luis García desde el principio y, en la actualidad, ya es un activo más. Sobre todo, después de su actuación del domingo contra la Ponferradina, en la que no mostró ni un ápice de inseguridad y, además, realizó dos paradas de mérito.
Más adelante, en la línea defensiva, Nahuel Tenaglia y Rubén Duarte se han hecho con los laterales y nada hace pensar que esto vaya a cambiar. El argentino está mostrando su mejor versión desde que llegó a Vitoria-Gasteiz, tanto en ataque, parcela a la que ha aportado dos goles ya, como en defensa, y la experiencia y jerarquía del almeriense le ha ganado la partida a Javi López, que empezó como titular, pero, con el paso de las jornadas, ha ido perdiendo protagonismo, al igual que Arroyo en el lado derecho.
Luego, en el núcleo de la zaga, la gran sorpresa ha sido la irrupción silenciosa de Abdel Abqar. El central marroquí se ha hecho, gracias a su seguridad atrás y capacidad para sacar el balón jugado, con un puesto en el once y, teniendo en cuenta sus grandes actuaciones, no va a ser tarea sencilla para su competencia sacarle de ahí. Algo que, hasta su lesión, también ocurría con Sedlar, pero que ahora podría cambiar con el regreso de Laguardia, que luchará por ser primera espada, y el reciente buen nivel de Maras.
La sala de máquinas, por su parte, es la zona más destacada del actual Alavés. El talento de Salva Sevilla y Jon Guridi, quienes coordinan las ofensivas babazorras en diferentes alturas del campo, está sobresalientemente protegido por Carlos Benavídez y, entre los tres, han formado el centro del campo más potente de Segunda División hasta el momento. La gran sorpresa, en este sentido, ha sido el nivel ofrecido por el uruguayo, un auténtico comandante que permite brillar a todo el que le rodea.
Muy cerca, pero escorados en las bandas, Xeber Alkain y Luis Rioja son los elegidos por el técnico madrileño. El de Hondarribia está ofreciendo, por medio de su verticalidad y ayudas defensivas, un nivel muy superior al de Jason, que solo ha sido titular en una ocasión; y, en el lado contrario, pese a que el canterano Abde Rebbach ha sumado varias actuaciones muy positivas, la realidad es que, si el sevillano mantiene al nivel excepcional que mostró frente a la Ponferradina, no hay nadie que le pueda quitar el sitio.
Para finalizar, en la punta del ataque, el gran protagonista en este arranque liguero ha sido Miguel De la Fuente. El nueve vallisoletano es, por sus goles y entrega, una pieza clave en el esquema de Luis García y así va a seguir siéndolo, como mínimo, hasta enero. Tanto por el rol que ha adoptado Taichi Hara, revulsivo de cara a desatascar partidos muy concretos, como debido a la delicada situación de Mamadou Sylla, en cuyo futuro, aunque todavía no hay nada decidido, podría aparecer un paso por el quirófano.
REVULSIVOS
Por otro lado, quienes, al igual que el mencionado atacante japonés, no están siendo titulares, pero, al mismo tiempo, sí están cumpliendo un rol determinante para el equipo son Toni Moya y Rober González. Saliendo desde el banquillo, los dos extremeños están haciendo méritos para tener una oportunidad en el once y esta seguro llegará en algún momento. Más difícil, eso sí, lo tendrán Mahmoud Abdallahi y otros canteranos (Balboa), cuya participación ha sido mínima hasta ahora y solo le queda confiar en que la Segunda División es muy larga.