EL sábado pasado Olatz Arrizabalaga (Gernika, 1997) se quitó una espina. A sus ya muchas txapelas conseguidas, añadió una más. Un título perseguido durante mucho tiempo y que se había resistido por diferentes razones. A la cuarta fue la vencida y la gernikarra al fin conquistó el Torneo Bizkaia. Lo hizo en una final dominada desde los primeros pelotazos, jugando con Naroa Agirre y enfrentándose a Amaia Alday y Nora Mendizabal. Fue el final de una racha personal y también para la pelota vizcaina, que hasta la fecha no había visto ganar en su torneo referencia a ninguna pelotari del territorio. Aunque este título no calma la sed de Arrizabalaga. La rueda no para y ya llegan nuevos retos en un calendario que cada vez tiene más entorchados por los que luchar.
La final del Torneo Bizkaia fue un partido vivido a tacadas. Arrizabalaga y Agirre comenzaron muy bien y se fueron en el marcador, pero Alday y Mendizabal reaccionaron para igualar a diez. Final de tensión y de cabeza fría. "Sabíamos que hasta el tanto diez estábamos jugando un partido perfecto y pedimos un descanso para tratar de volver al planteamiento anterior, que era evitar un poco a Amaia. Seguimos haciendo nuestro trabajo muy serias y creo que en ningún momento nos salimos del partido. Esa fue la clave", relata Arrizabalaga. Ese juego sólido sirvió para que la gernikarra y la zestoarra vencieran por 22-11. "Era la cuarta vez que jugaba este torneo y nunca había llegado a la final, tenía esa espina. Este se está convirtiendo en un torneo referente y al final, siendo vizcaina, es bonito ganar en el frontón Bizkaia", afirma.
Fue una final más para Arrizabalaga en esta buena racha que está viviendo y otro partido decisivo más contra Alday. "Estamos en un buen momento de juego. Estamos trabajando mucho y tenemos ese pique. Últimamente le he ganado yo, pero ella también me ha ganado. Eso hace que mejoremos, que queramos ganar todo y ese pique sano siempre está", comenta. Una rivalidad en la cancha que se convierte en compañerismo a la hora de entrenar. "Agradezco poder entrenar con Amaia todo el año porque sé que me hace mejor. Los entrenamientos son bastante intensos y ni ahí nos gusta perder", reconoce. Máxima exigencia diaria que luego encuentra sus frutos en forma de txapelas.
Con la final del Torneo Bizkaia ya en el retrovisor, Arrizabalaga mira ya hacia los próximos retos: "Ahora tenemos la final de la Master Kaiola y la semana que viene el torneo navarro de la Master Cup, que también es un objetivo. Ahora mismo la Master Cup es el campeonato referente. A ver si hacemos un buen papel y, si conseguimos la txapela, pues mucho mejor". Es otra oportunidad de tocar la lana en un calendario repleto de actividades. Una rueda que ya no para. "Cuando empezamos con la Master Cup jugábamos dos torneos como mucho en todo el año y ahora es un no parar. La semana pasada jugamos tres partidos en un fin de semana. Es una gozada y esto nos hace mejorar también", comenta. Muchos partidos en el horizonte que Olatz Arrizabalaga quiere afrontar en el mismo estado de juego en el que se encuentra en estos momentos y seguir coleccionando triunfos para poder mantenerse en la cima.
Manomanista
Duelo decisivo en Oiartzun
Artola contra Rezusta. El Manomanista arranca hoy, a partir de las 23.00 horas, en el Madalensoro de Oiartzun la segunda jornada de la liguilla de los cuartos. Iñaki Artola y Beñat Rezusta se enfrentan en un duelo a vida o muerte. El vencedor tendrá opciones de seguir en la pelea, mientras que el derrotado puede quedar eliminado definitivamente o, en el mejor de los casos, con la necesidad de una carambola para avanzar a las semifinales. El alegiarra llega a este choque con muy poco tiempo desde el pasado partido, ya que jugó el lunes, y su capacidad de recuperación será decisiva. Mientras, el zaguero de Bergara busca encontrar mejores sensaciones después de caer claramente ante Erik Jaka en su estreno en el campeonato. Mikel Urrutikoetxea juega el telonero del festival junto a Ander Imaz contra Jon Ander Peña y Jon Ander Albisu.
"Era la cuarta vez que jugaba este torneo y nunca había llegado a la final, tenía esa espina"
Olatz Arrizabalaga
Delantera