Hoy en día en los supermercados reinan las prisas. No son pocas las personas que sufren cuando llegan a la caja y no les da tiempo a meter todos los productos en las bolsas ante la rapidez que lleva el cajero o la cajera al pasarlos por el lector de códigos. La cosa se complica si llegas el primero a la caja y no puedes aprovechar para colocar tus compras en la cinta mientras el cliente anterior embolsa todo y paga. Porque, sin quererlo, sientes la presión del que viene detrás de ti y está esperando mientras eres incapaz de abrir la bolsa.
También hay personas, sobre todo mayores, que quieren aprovechar ese momento de pasar por caja para tener un poco de conversación, quizá la única que tengan en el día, y las prisas del personal para que no se formen colas se lo impiden.
Estos problemas ya tienen solución en una cadena de supermercados de Países Bajos. La firma Jumbo (patrocinadora de uno de los equipos ciclistas más potentes del mundo) ha introducido cajas lentas pensando sobre todo en esas personas mayores, para que puedan colocar las cosas, meterlas en bolsas y pagar con calma pero también para ayudarlas a combatir su soledad, para que tengan sus momentos de conversación y los empleados puedan preguntarles qué tal están. Y también para convertir esos locales en puntos de encuentro agradables y no dominados por las prisas.
Los cajeros, encantados
“Muchas personas, especialmente las más ancianas, se sienten a menudo solas”, analiza el CCO de Jumbo, Colette Cloosterman-van Eerd. Nuestras tiendas son un importante punto de encuentro para mucha gente y queremos jugar un rol importante identificando y combatiendo la soledad”.
Además, recalca cómo han encontrado complicidad en sus trabajadores. “Estamos orgullosos de que muchos de nuestros cajeros estén encantados de sentarse tras nuestras cajas lentas. Apoyan la iniciativa y quieren ayudar a la gente a establecer contacto con otras personas de manera totalmente desinteresada. Se trata de un pequeño gesto muy valioso”.
Ha funcionado tan bien esta iniciativa que la firma neerlandesa ya ha introducido estas cajas lentas en 200 cajas de todo el país. Un gesto de agradecer en una época en la que se está tendiendo a sustituir al personal de cajas de los supermercados por cajas automáticas en las que el cliente se cobra a sí mismo.