Una carta debajo de la puerta para pedir "castigo a los culpables"

El trágico desenlace de la desaparición de Mikel Zabalza tras ser detenido el 26 de noviembre de 1985 por la Guardia Civil y trasladado al cuartel de Intxaurrondo sorprendió a pocos, mucho menos a sus familiares y amigos. Las contradicciones del relato ofrecido por sus captores sumió las más de dos semanas en que se le perdió la pista en una nebulosa de incógnitas y desesperanza. Los propios medios de comunicación se implicaron en este caso, tratando de desentrañar una verdad oculta a duras penas y que acabó saliendo a flote de forma macabra en las aguas del río Bidasoa, en Endarlatsa.

Un antiguo redactor de la delegación de DEIA en Donostia recuerda el papel que jugó este medio en esos días tras el comunicado que recibió de la Coordinadora de la Guardia Civil de Inchaurrondo (C.G.C.I.), que denunciaba que Zabalza "ha muerto a manos de sus interrogadores en las dependencias del servicio de información de este cuartel". Este periodista explica que "nos dejaron el comunicado por debajo de la puerta" y rememora que acudió personalmente al Juzgado de Guardia de Donostia para aportar esta nota a la investigación en curso.

La comunicación de C.G.C.I. tuvo más valor porque se produjo antes de la aparición del cuerpo, cuando la versión de la fuga del joven perdió los pocos vestigios de verosimilitud que pudiera tener, aunque ello no se tradujera a posteriori en una verdad judicial. En su escrito, el colectivo clandestino de guardias civiles exigía además "depuración y castigo a los culpables".

DEIA publicó una información con el contenido de esta nota el 6 de diciembre de 1985, después de que el redactor contactara con los sindicatos de la Policía Nacional en el cuartel de Aiete. "Uno de ellos acudió en un coche patrulla a Intxaurrondo" para verificar la denuncia de C.G.C.I., y según este testimonio, "un sargento de la Guardia Civil ratificó su veracidad".

La Coordinadora de Inchaurrondo sacó a la luz otras irregularidades, como un fraude fiscal a cuenta de la supuesta compra de equipamiento como los propios tricornios, para lo que aportó "datos para detectar a los defraudadores". /