Hoy hemos cruzado el Atlántico para aterrizar en el sureste de Canadá. Más concretamente en su capital, Ottawa, que sin embargo, sólo es la cuarta ciudad más poblada del país. Un millón de habitantes y una gran extensión, aunque su zona histórica se puede caminar sin necesidad de transporte.
Allí vive desde comienzos de año Leire Etxebeste, una donostiarra que llegó al país con una beca del Gobierno Vasco que impulsa a jóvenes valores como ella. Con su relato hemos recorrido sus calles, impregnadas de cultura y con museos de talla mundial, o el canal de Rideau, un lugar declarado patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO.
Pero Canadá es mucho más, con una biodiversidad única y lugares con una singularidad que no dejan indiferente.