La Fiscalía de Delitos de Odio ha pedido inhabilitar a dos responsables de una clínica estética de Barcelona por rechazar atender a un paciente con VIH que quería hacerse un implante capilar.
El escrito de acusación, consultado por Europa Press, pide inhabilitar tres años al médico y a la gerente de la empresa --que tiene la sede social en Málaga-- para que no puedan trabajar en el sector sanitario ni tampoco como profesores, monitores o entrenadores.
El hombre acudió a la delegación de la clínica en Barcelona para hacerse un implante capilar y explicó a la doctora que lo atendió que es portador del VIH, que toma antirretrovirales y que su carga viral es indetectable.
La doctora expuso el caso a la dirección de la empresa, en Málaga, y el fiscal cree que los dos acusados, que son "los responsables con capacidad de mando y toma de decisiones dentro del centro", decidieron no atenderle sin ni siquiera examinarlo antes.
La empresa comunicó la decisión al paciente por mail, "sin ofrecerle explicación alguna, aduciendo simples razones de 'política de empresa'".
El fiscal añade que la intervención, dado el estado de salud del paciente, "no entrañaba ningún riesgo añadido respecto a los que puedan acontecer en la población en general, ni para el propio paciente ni para los profesionales responsables de su realización".