Hay que remontarse hasta el pasado 26 de noviembre para encontrar la última victoria del Deportivo Alavés. Desde entonces, el conjunto babazorro ha encadenado cuatro derrotas de forma consecutiva –Granada (3-1), Tenerife (2-1), Levante (0-2) y Málaga (1-0)–. Un póquer de tropiezos que, además de sacar al cuadro babazorro de los puestos de ascenso directo a Primera, han provocado que se enciendan las primeras señales de alarma tras un espectacular arranque de temporada.
Toca reconducir la situación para evitar acabar el año con un sabor de boca amargo. Esta segunda eliminatoria del torneo del KO debe servir de medicina para levantar la autoestima de un equipo que ve cómo los continuos traspiés podrían llegar a minarle la moral. Lo dicho, una Copa para superar el mal trago de lo que ha sido este flojo último mes de competición.
Eso sí, no tendrán un rival sencillo los de Luis García Plaza para lograr su objetivo pese a tratarse de un conjunto de inferior categoría. El Mérida, que marcha séptimo en el grupo primero de Primera Federación, atraviesa un momento dulce. A diferencia del Alavés, el cuadro extremeño afronta el partido subido en la ola buena. Y es que los pupilos de Juanma Barrero encadenan tres victorias consecutivas tras ganar por este orden al Fuenlabrada (0-1), Badajoz (1-0) y al líder Córdoba el domingo por 1-2, lo que da muestras de su excelente momento de forma.
El encuentro, además de servir para volver a la senda de la victoria y recuperar la confianza a través del buen juego, permitirá a Luis García dar la oportunidad a los menos habituales. Y es que el torneo del KO a estas alturas es un excelente banco de pruebas para ver cómo funcionan jugadores con menos ritmo en sus piernas como Rober, Laguardia, Jason, Javi López, Balboa o el propio Owono, quien a buen seguro volverá a defender la portería albiazul tras ser el escogido para ocupar este puesto en la primera eliminatoria ante el Lleida.
El portero ecuatoguineano agradece la nueva oportunidad que tendrá para mostrar sus cualidades y se mostró ayer “contento de poder ayudar de nuevo al equipo para intentar cambiar esta dinámica tan negativa que llevamos. Es una competición diferente pero nos va a ayudar a darle la vuelta a la situación y empezar el año con buen pie”.
Del Mérida advirtió que es un rival que “aspira a grandes cosas, han sacado tres victorias consecutivas y vienen con mucha hambre a la eliminatoria”, por lo que instó al equipo a no subestimar al rival.
En efecto, no hay que hacerlo. Toca salir al máximo para evitar un disgusto que prolongaría aún más la mala racha y dejaría al Alavés con un regusto más que amargo ante las inminentes vacaciones.