Navarra

Una de cal... y otra de arena

‘Horquiñano I’ parece jugar con la muleta después de desarmar a Rubén Pinar. Foto: Unai Beroiz

Cuando hablamos de abrir una feria como esta, con diferentes encastes, diferentes formas de entender el toreo, y soñamos con un toro, que aunque sea áspero y abrupto en sus formas y procederes, no sea lo que muchos llaman la bobalicona, o la tonta del bote, recurrimos a ganaderías como la del viejo criador de Fuenla. La que tiene con mimo y esmero desde 40 años ha, por los pagos de la sierra baja de Gredos, en la finca de Valdetiétar. Uno visita aquello, y viaja entre la increíble casa del esmero y del cuidado, con el difícil manejo de un encaste que no permite error alguno, siquiera cuando vas con el tractor del pienso. Y se habla de raza, de casta, y por qué no, de bravura. Porque esta palabra cada uno la entiende a su manera. Y ese es el viaje que un aficionado que se precie debe hacer. Conocer y entender todo lo que los criadores tienen en sus casas. Hasta ahí, hasta podemos ponernos de acuerdo. Pero no me negarán que visto lo visto hoy, en la señora Monumental, aún podemos tener todos más claro que esto no. Esto no sólo no ha sido lo que esperábamos, sino que por delante hemos visto un festejo, cuya única bonita cosa que podemos decir es lo ligerito y rápido que se ha hecho todo, y por ende, todos a las ocho y media a la calle. Bueno, menos los juergas, que serán los que hoy habrán disfrutado, porque da igual lo que pase. Mal día para estar en sombra. Y en la cabina, con el calor que ha hecho ni os cuento. Y eso que nos visitaban desde Sevilla amigos varios, y con gran esfuerzo nos han traído un bocata de chopped, que tiene guasa, en los Sanfermines donde se come de todo, y casi siempre bien. Pues el bocata de marras, tengan Vdes. a bien saberlo que ha sido lo mejor de la tarde. Duele en el corazón decir que esto así no va. Y la pregunta es si ha sido un error puntual, porque en Madrid fue dura y con raza, con su motor y esfuerzo, pero hoy no ha valido nada, más que el coste perdido en traerla, el pago costoso por los cinco años de comida y vida como reyes, para que luego no haya servido ninguno de los seis. Igual hay que pensar que el viejo criador tiene que ir tres o cuatro días a la semana a controlar aquello, y no solo los miércoles. Se me ocurre, con todo el cariño. Hoy nos ha tocado sufrir una corrida sin sentido, por fuerza, humillación, casta, raza y bravura. Nada de eso ha habido. Solamente agradecer el esfuerzo a los actuantes. En especial a los picadores. Están en buena forma, en buen estilo, y dejando de ser lo último del festejo. Ahora mismo los pongo encima de los subalternos de a pié. Y poco más que decir. Hoy hemos dado la de arena, y eso pone encima cosas que vimos ayer, que al final, en esto de los toros y en todos los órdenes de la vida, porqué no, vivimos de la comparación. Me duele mandar a casa esta casa de esta forma, pero es lo que hay. Este no es el camino, así que algo habrá que mirar. Y siempre, a mi padre, felices 93.

11/07/2022