Las leyes vascas lo permiten, pero siempre hay quien lanza miradas suspicaces cuando ven a una persona con dicapacidad visual en el andén del metro, subiendo al bilbobus o en área de facturación del aeropuerto. Sobre todo cuando van acompañados por un perro guía, su conexión natural a la vida física.
En Bizkaia hay doce de estos perros adiestrados que acompañan a otras tantas personas ciegas "aportando plena autonomía y seguridad en sus desplazamientos al convertirse en los ojos de quien no puede ver", apostillan desde la Fundación ONCE.
Con motivo del Día internacional del perro guía que se conmemora este miércoles, estas mascotas recuerdan a la sociedad su derecho de acceso al transporte público en compañía de las personas ciegas bajo el lema 'En el transporte, también somos uno'.
La ONCE ha intensificado su contacto con las principales entidades representativas de los medios de transporte y ha pedido a la ciudadanía que "ayude a conocer este derecho que también posibilita su acceso a espacios o establecimientos públicos o de uso público".
Los perros guían a la persona ciega con el arnés que los identifica y permite hacer su labor diaria, un elemento fundamental que no se debe quitar en los controles de seguridad de acceso a cualquier medio de transporte como el avión o el tren.
En un entorno cada vez más complejo, la necesidad de moverse de forma independiente y segura obliga a los invidentes a optar por una solución ligera y fiable como es el perro guía.
El miércoles, cinco millones y medio de cupones estarán en venta con la ilustración de una persona usuaria de perro guía y el lema de la iniciativa.