Desde que la Supercopa de España masculina de fútbol se celebra en Arabia Saudí la polémica acompaña a esta competición, que ha sucumbido al dinero que ofrece un país en el que las mujeres gozan de menos derechos y la homosexualidad es perseguida. Aun así no parece que a corto plazo, ni siquiera con el cambio en la presidencia de la Federación Española de Fútbol, este torneo, que mide a los dos primeros de la última Liga y a los finalistas de la Copa del Rey, vaya a volver a disputarse en España, como sería lo lógico tratándose de una competición nacional.
Regalos antes de la final
La final de la Supercopa la disputaron este pasado domingo el Real Madrid y el Barcelona, con un incontestable triunfo del equipo culé por 2-5, fraguado en un espectacular primer tiempo. Culminaban así unos días en los que autoridades y empresarios saudíes habían intentado agasajar a los directivos, técnicos y jugadores de los equipos participantes con todo tipo de lujos y regalos.
Por ejemplo, una empresa local, International Data Group (IDG) obsequió antes de la final a todos los jugadores del Barcelona y del Real Madrid con un iPhone bañado en oro, independientemente de qué equipo ganara. Y no sólo es que se tratara del teléfono más caro y con el añadido del dorado, sino que además cada uno de ellos se encontraba personalizado. Entregados en unas lujosas cajas, cada teléfono tenía grabado en la parte trasera el escudo del club junto a los objetivos de las cámaras, así como el nombre y el número del dorsal que cada jugador lleva en su camiseta.
Pifia con Ferran
Un detalle que a buen seguro hizo ilusión a ambas plantillas al contar con modelos únicos, pero a alguno de los jugadores le habría quedado un regusto un tanto amargo. Porque en las imágenes que han trascendido se puede ver cómo en el iPhone que se le iba a entregar a Ferran Torres no estaba bien escrito su nombre, ya que en lugar de ‘Ferran’, como aparece en la camiseta (no figura su apellido), pone ‘Feran’, con una ‘r’ de menos.
No sabemos si el atacante valenciano, que podría salir del Barcelona en breve, fue consciente del error (que a buen seguro que los saudíes podrían subsanar sin demasiados problemas) y tampoco si se se produjeron más erratas en los nombres de los jugadores (miedo da Lewandowski), pero como se suele decir, a caballo regalado...