Navarra

Una escapada a Lekunberri

En un entorno natural privilegiado, lugares de postal y rica oferta de propuestas , este pueblo invita a disfrutar de un fin de semana inolvidable. No en vano, cuenta con el sello Best Tourism Villages.
Desde la peña se puede disfrutar de una visión privilegiada de Lekunberri con las Malloas al fondo.

El final del verano es un tiempo ideal para realizar escapadas de fin de semana. Y que mejor destino que Lekunberri, una localidad que cuenta con muchos ingredientes para que la estancia sea inolvidable. Lo cierto es que el pasado año fue reconocida con el sello Best Tourim Villages, un premio que otorga la Organización Mundial de Turismo para identificar a los pueblos que constituyen un ejemplo de turismo rural con activos culturales y naturales reconocidos. Y se ha notado a lo largo del año, con un aumento de visitantes por encima del 15% respecto de la media de los últimos 10 años.

“El premio ha puesto a Lekunberri en el mapa mundial, con lo que supone a nivel promocional, reforzando la posición, tanto como localidad, como comarca de Mendialdea y Navarra en general”, destacan el alcalde, Gorka Azpiroz y la concejala de Turismo y Desarrollo Local, María Jesús Ayestarán, al tiempo que invitan a acercarse a Lekunberri y disfrutar de este maravilloso pueblo de la montaña de Navarra. En plena naturaleza, a media hora de Pamplona y de San Sebastián; Lekunberri invita a realizar grandes caminatas o coger la bici y sumar paisajes y kilómetros. También a pararse y recrearse del paisaje y de su patrimonio cultural, con un casco histórico en el que parece que se ha detenido el pueblo.

El casco viejo invita a perderse entre sus casonas centenarias. N.M.

Además, cuenta con una amplia oferta de alojamiento, desde el centenario Hotel Ayestarán, cinco casas rurales o el Camping Aralar, así como restaurantes y bares, con presupuestos para todos los bolsillos.

Propuestas para un fin de semana inolvidable

Buenos conocedores de su pueblo, Azpiroz y Ayestarán proponen llegar el viernes y una vez alojados, cenar unas hamburguesas en la Kantina del Plazaola, un almacén de la antigua estación de tren que unió hasta los años 50 Pamplona con San Sebastián. Lo cierto es que su antiguo trazado, reconvertido en un espacio para el ocio, es uno de los grandes atractivos. No en vano, se trata de un recorrido que discurre por un paisaje espectacular, un trazado sin pendientes y atravesado por numerosos túneles.

El sábado, tras desayunar en Ogiberri, sugieren alquilar bicis, que pueden ser normales o eléctricas, en Amairu Bikes o Biraka y echar a rodar por la vía verde, con más de 65 kilómetros entre Sarasa y Andoain. Asimismo, se puede recorrer el bidegorri de la Urbanización de la Vega, la parte nueva de Lekunberri y también llena de encanto con las Malloas al fondo. Además, los y las ciclistas amantes de las emociones más fuertes, pueden visitar Hirumuga Bike Park, un circuito para disfrutar con la bicicleta de montaña en saltos de diferentes dificultad, peraltes, fosos y otros obstáculos para liberar adrenalina; para mejorar la técnica sobre la bici o también para iniciarse en este deporte en un entorno envidiable, en un bosque de hayas, en la muga de Lekunberri con Etxarri y Uitzi.

Llegada la hora de comer, el alcalde plantea potear en las inmediaciones de la plaza, en Elosta, Albi y Centro Cívico y después darse un homenaje en Maskarada. La tarde continuaría con un paseo por el casco viejo entre sus centenarias casonas con móvil en mano, para sacar fotos y también para escanear la docena de códigos QR que se pueden descubrir a lo largo del camino. Así, de forma autoguiada, se puede leer o escuchar la historia y curiosidades de diferentes casas y edificios de Lekunberri, así como de la peña, lugar que ofrece una buena panorámica de Lekunberri. “Previo paseo entre robles por el parque Beigorri, un buen plan puede ser cenar en la Sidrería Toki Alai y continuar con un gintonic en el bar Ilargi y hasta el cierre si el cuerpo aguanta”, cuenta el alcalde.

En un paseo por Lekunberri se pueden descargar una dócena de códigos QR para saber más sobre este pueblo. N.M.

Para comenzar el domingo, Ayestarán propone ir a Galburu con el fin de coger pan de leña para el almuerzo y pasear por la vía verde, subir a San Miguel de Aralar, visitar las cuevas de Mendukilo, una ventana a las entrañas de Aralar para descubrir el denominado sexto continente o la exposición sobre esta sierra en Antonea desde la mirada de Kiriku, un quebrantahuesos que se convirtió en icono de la biodiversidad de Aralar. Se trata una muestra comisariada por la Fundación Astiz-Irujo y la Sociedad de Ciencias Aranzadi que acerca la historia de este espacio natural desde todas sus vertientes. Además, estas últimas actividades se pueden realizar en caso de que la meteorología no acompañe.

“Se puede continuar de poteo por los bares Euskalduna, Ainhoa, Aurrera, Amairu y Lekuonberri y comer en el Asador Epeleta y después pasear por la urbanización y jardines de esta zona, visitar el frontón, una chuches en el Goxo-Goxo y para casa”, apunta el alcalde mientras la concejala amplía las sugerencias e invita a pasarse por cualquiera de sus carnicerías o tiendas para comprar txistorra artesana o queso Idiazabal de las queserías de la zona; “un acierto seguro”, según apunta.

Con un nutrido calendario festivo, estas escapadas pueden coincidir con la celebración carnavales, fiestas de San Juan o las del Pilar, el mercado medieval o alguno de los misterios del Ayestarán, un plus en un pueblo que tiene mucho que ofrecer en cualquier época del año.

04/09/2022