La plantilla del Athletic regresó ayer tarde al trabajo en Lezama después de disfrutar de una jornada de descanso que se convirtió en una dulce resaca. No en vano, el éxito consumado el jueves frente al Real Madrid en San Mamés, en una nueva noche mágica, se celebró por todo lo alto en el propio vestuario y en todo el entorno athleticzale, que respira una especie de clímax futbolístico ante la posibilidad cada más real de que el conjunto rojiblanco alcance su tercera final de Copa de manera consecutiva, una marca que no se daba desde la década de los 40 del siglo pasado. El torneo del K.O., se quiera o no, acapara casi toda la atención en su masa social, que ya hace cábalas de cara a la semifinal copera frente al Valencia y que incluso ya efectúa reservas en hoteles de Sevilla en caso de que los leones vuelvan a disputar una final en La Cartuja, que sería la cuarta en un escaso intervalo de 15 meses. En las tres anteriores, dos de Copa y una de Supercopa, las restricciones motivadas por la pandemia del covid-19 causaron que las gradas del estadio sevillano estuvieran vacías, con esa sensación de frialdad que ocasiona y, sobre todo, cuando se trata de una finalísima. Pero el fútbol de élite vive el día a día y este desvela que el Athletic afronta mañana mismo un nuevo compromiso, en esta ocasión dentro de la liga, con la visita del Espanyol a La Catedral.
Marcelino lo subrayó minutos después de la victoria rojiblanca sobre el Madrid, cuando ya puso el foco en el duelo ante el cuadro periquito: "Tenemos que ganarlo porque queremos estar arriba y este equipo tiene que demostrar competitividad un partido sí y el siguiente, también". El de Villaviciosa es consciente de que la liga es la que da de comer y especialmente cuando tiene metido entre ceja y ceja clasificar al Athletic para competición europea al margen de lo que suceda en la Copa. Por ello, le toca manejar estas semanas una gestión bilateral, como ya ocurriera un año atrás a estas mismas alturas de la película, sabedor de la exigencia que obliga un calendario que da escasos respiros, ya que los leones tienen que disputar desde mañana y hasta el 2 de marzo, con el choque de vuelta de la semifinal copera, seis encuentros, uno cada cuatro días. El Espanyol asoma como lo más inmediato, para jugar el partido de ida ante el Valencia 72 horas después, con el desgaste físico y mental que supone. Viaje a Mallorca para de seguido encarar la cuesta empinada que lleva enfrentarse a la Real Sociedad y Barcelona en la antesala de la gran cita en Mestalla.
El técnico no va a tirar piedras sobre su propio tejado. Es el que opera con los datos más fidedignos sobre el momento de cada uno de sus futbolistas y, ante la carga de partidos, deberá dar con la tecla idónea a la hora de gestionar sus recursos. Con Unai Vencedor y Nico Williams en el dique seco durante un tiempo y a la espera de la posible recuperación de Oihan Sancet, ausente ante el Madrid, a nadie se le escapa que el once que comparecerá mañana frente al Espanyol poco o nada tendrá ver con el que ejerció el jueves, por lo que la revolución está servida, similar a la que ha emprendido Marcelino en ocasiones anteriores. Ya lo hizo en el pasado muy cercano. Primero con motivo de los dos últimos partidos en 2021, ambos de liga en San Mamés frente al Betis y Real Madrid, con un intervalo de 72 horas entre los dos. Iñigo Martínez y Unai Simón se los perdieron al estar confinados por dar positivo con covid-19, pero, así y todo, el asturiano introdujo cuatro novedades en el once frente al Madrid respecto al que ganó al Betis. Repitió plan en la intensísima semana entre el 16 y 23 de enero, cuando tras perder la final de la Supercopa se jugó los octavos de Copa frente al Barça con seis caras nuevas en el once, entre ellas las de un ya recuperado Yuri Berchiche, y que ascendieron a siete cuando el Athletic visitó Vallecas, en el que puso en liza una propuesta que se puede asimilar mucho a la de mañana, cuando se aguarda, entre otros, a los Lekue, Vivian, Unai Nuñez, Balenziaga, Zarraga y Nico Serrano, además de a Unai Simón, una vez que el cachorro Julen Agirrezabala es el portero de la Copa. O sea, lo que es un colectivo.
el calendario
Partidos
Athletic-Espanyol (Liga) 7 febrero
Athletic-Valencia (Copa) 10 febrero
Mallorca-Athletic (Liga)14 febrero
Athletic-R. Sociedad (Liga) 20 febrero
Barcelona-Athletic (Liga) 27 febrero
Valencia-Athletic (Copa) 2 marzo