Donostia – La nueva presidenta del Congreso de los Diputados, la socialista Francina Armengol, ha generado la expectativa de que las lenguas cooficiales, como el euskera, catalán y gallego, se puedan utilizar de inmediato, en el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo que tendrá lugar los días 26 y 27 de septiembre. La forma en que apostó por permitir su uso desde el primer día ha dado paso a todo tipo de especulaciones, pero si el PSOE lo acuerda como reforma del reglamento, su aprobación exigirá cumplir unos trámites que difícilmente podrán llegar a completarse para entonces y dan pie a soluciones intermedias.
Ante la dificultad que entraña llegar a ese pleno con el reglamento aprobado, con el Presupuesto para los traductores y demás soportes para la traducción simultánea, podrían irrumpir las soluciones transitorias, como facilitar los discursos por escrito íntegramente en castellano para que todos los representantes puedan seguir la intervención y ningún diputado pueda alegar indefensión por no entender lo que dice la persona que esté en posesión de la palabra. O bien pronunciar algunas frases en lengua cooficial, y que el orador en cuestión las repita en castellano. Ámbitos jurídicos han insistido estos días en medios de comunicación en la idea de garantizar el derecho a la comprensión del discurso.
Por ahora, lo único confirmado oficialmente por parte del ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, es que el PSOE está trabajando en una reforma del Reglamento del Congreso para validar el uso de las lenguas cooficiales en los debates parlamentarios en pleno y comisión, un compromiso que asumieron los socialistas con ERC y Junts a cambio de que los nacionalistas catalanes permitieran que Francina Armengol presidiera el Congreso. Fuentes del PNV en la Cámara consultadas por este periódico se limitan a confirmar que también hay “contactos” con su grupo para el uso de las lenguas cooficiales, pero no dan más detalles.
Según informó ayer Europa Press, existen dos vías: la más rápida, una resolución de la Presidencia de la Cámara; o una reforma del reglamento del Congreso, que conlleva un mayor número de trámites y necesita pasar por el pleno. El Periódico informaba el miércoles de que el PSOE y ERC ya han alcanzado un principio de acuerdo para reformar el artículo 70.2, para dejar claro que “el orador podrá pronunciar su discurso en cualquiera de las lenguas que tengan carácter oficial”. Bolaños dijo ayer que “se está hablando con todos los grupos parlamentarios”, no solo con ERC.
Añadió que se están intercambiando ya borradores y espera que “próximamente, lo que se tarde en llegar a un acuerdo con los grupos parlamentarios”, se pueda garantizar este uso de las lenguas. “Tan español es el castellano como el catalán, como el gallego, como el euskera”, dijo.