El Alavés cerró el pasado domingo en La Rosaleda una primera vuelta de competición donde su rendimiento describe una inquietante línea descendente. En el ecuador de la competición mantiene intactas sus opciones de ascenso y esa es la mejor noticia para un equipo que, eso sí, necesita recuperar la fortaleza futbolística y anímica exhibida hasta la jornada 17.
El gol inicial de Xeber Alkain que, a la postre, no sirvió de nada ante el Granada ha sido el punto de inflexión negativo para el Glorioso, inmaculado hasta ese momento a excepción de aquella derrota lejana en El Plantío ante el Burgos y que desde su visita al Nuevo Los Cármenes ha extraviado por completo el rumbo.
Cuando se vislumbraba un horizonte muy despejado y el equipo circulaba a velocidad de crucero en pos del objetivo, cuatro derrotas consecutivas han mermado sobremanera el ánimo albiazul. De repente se ha sumergido en un callejón oscuro un Alavés muy débil en las dos áreas y sin las señas de identidad de antaño. Ni muerde en ataque ni es granítico atrás, por lo que Luis García tiene un arduo trabajar por delante para levantar la moral de la tropa.
El técnico madrileño se encargó desde un primer momento de bajar de la nube al personal cuando el Alavés estaba encaramado a la cúspide liguera y confirmó punto por punto la extrema dureza de una categoría tremendamente igualada y con escasas diferencias entre los candidatos al ascenso. Sin embargo, ello no quita para que el timonel de la nave babazorra pueda esconder los problemas estructurales de un equipo que ha perdido su disciplina táctica.
Por fortuna, el Alavés hizo acopio al inicio del curso de los puntos necesarios para postularse como uno de los favoritos al ascenso y todavía sigue en la pomada pese al reciente 0 de 12 en su casillero. Nadie dijo que el retorno a Primera fuese un camino de rosas y los hechos así lo refrendan con una involución en el juego muy peligrosa.
Una vez pase el último examen de este 2022 en Mérida correspondiente a la segunda eliminatoria de Copa, el Glorioso deberá iniciar el nuevo año con bríos renovados. No queda otra que rehacerse física y psicológicamente del profundo letargo en que se ha sumido. En sus meses más dorados no es que hiciera un fútbol de alta escuela ni aplastase a sus rivales, pero era un grupo hegemónico, sostenido por un envidiable gen competitivo y también sabedor de lo que debía hacer en cada momento. A base de oficio, se gestaron numerosas victorias que últimamente han dado paso a numerosos desencantos.
Las altas esferas del club también se hallan inmersas ahora en un periodo de reflexión porque la plantilla quizás necesite algún retoque para disparar la cotización a todos los niveles. Luis García, un entrenador que siempre habla bien alto y claro, sigue insistiendo en todas sus declaraciones públicas en que la plantilla actual no es suficiente para lograr el ascenso directo. Es más, tras la derrota en Málaga llegó incluso a subrayar que faltaba “algo de talento” en algunas posiciones para romper defensas bien cerradas. Ahora es el club quien tiene la última palabra con la inminente apertura del mercado invernal, aunque deberá ser la espina dorsal del plantel diseñado el pasado verano quien saque las castañas del fuego.
Cabe recordar que el Alavés no ha sido capaz de ganar en esta primera vuelta a ninguno de los ocho primeros clasificados y ese es un dato que inquieta sobremanera teniendo en cuenta las distancias tan estrechas que separan a los equipos de la zona noble. La traicionera Segunda constituye una carrera de fondo y el conjunto babazorro atesora argumentos suficientes como para, al menos, estirar sus esperanzas hasta el final. Otra cosa sería una decepción morrocotuda.
Abdel Abqar
1.503 minutos. La gran sensación albiazul hasta la fecha. Un central imponente que ya es intocable en el centro de la zaga gracias a su velocidad, su imponente físico y la facilidad con la que gana duelos a los delanteros. De largo, el jugador más solvente.
Aleksandar Sedlar
1.004 minutos. Un futbolista de máxima utilidad para Luis García cuya ausencia durante varios partidos por una lesión muscular pesó como una losa. Se adapta tanto al centro de la zaga como al puesto de pivote, lo que brinda soluciones al técnico madrileño.
Jon Guridi
1.496 minutos. El pulmón albiazul que se deja el alma en cada jornada. Su despliegue físico resulta generoso día tras día, aunque el Alavés está acusando en la actualidad su mal momento. Sigue reñido con el gol, algo de lo que no va sobrado el equipo.
Xeber Alkain
1.091 minutos. Luces y sombras a partes iguales. Ha sido importante en varias victorias de esta campaña actuando desde la banda derecha. Debe aprender a contener sus emociones, ya que ha sido expulsado en dos ocasiones ante el Racing y el Granada.
Víctor Laguardia
239 minutos. El club peleó lo que no está en los escritos para conseguir su vuelta al equipo, pero su rol tan secundario era algo impensable. En las pocas ocasiones donde ha jugado, se le han visto algunas débiles costuras. Ha perdido velocidad.
Jason Remeseiro
629 minutos. Su acción más positiva se produjo ante el Zaragoza cuando marcó el tanto de la victoria de una espectacular zapatazo de falta. Pese a sus destellos, en líneas generales es un jugador frío que sigue sin conectar en exceso con la grada de Mendizorroza.
Rubén Duarte
1.277 minutos. Suplente en los primeros partidos, se hizo con el puesto rápidamente en detrimento de Javi López ofreciendo un buen nivel. Sin embargo, también se ha contagiado en los últimos tiempos de la fragilidad defensiva que acecha a todo el equipo.
Rober gonzález
445 minutos. Una de las decepciones hasta la fecha. Llegó el último día del mercado a Vitoria procedente del Betis, pero no se ha reivindicado prácticamente en ningún instante para encaramarse a la titularidad. Debía aportar más chispa y dinamismo al ataque albiazul.
Javi López
680 minutos. Parecía que podía ser su año, sobre todo con su aseado rendimiento en los primeros compases del curso. Se vio relegado pronto por Duarte y desde entonces se mantiene en un plano secundario sin mejorar las prestaciones del almeriense.
Luis Rioja
1.347 minutos. De él, siempre se espera un plus. Ha sido decisivo en varios triunfos, pero también está exhibiendo un tono gris en otros partidos al no ser capaz de irse de sus pares. Con todo, es el jugador que más desequilibrio genera en la punta de lanza.
Toni Moya
893 minutos. Una de las alternativas para el centro del campo saliendo casi siempre desde el banquillo. Le falta un punto de rebeldía para discutir la jerarquía de Benavídez y Sevilla. Ni siquiera en las jugadas a balón parado está ayudando últimamente al Alavés.
Abde Rebbach
551 minutos. Ha dado el salto esta temporada al primer equipo y sigue dejando alguna pincelada interesante. Fue el autor del gol ante el Las Palmas y en La Rosaleda también estuvo a punto de marcar con una buena jugada individual. Tiene descaro.
Miguel De la Fuente
1.395 minutos. Todo corazón y entrega. Con un espíritu de lucha admirable, se vacía en cada partido. Sin embargo, a un delantero se le exigen goles y está demostrando que no es un ‘killer’ con algunos fallos en el mano a mano ante los porteros.
Carlos Benavídez
1.061 minutos. El ancla albiazul en la sala de máquinas. Su importancia fue capital en la racha más dulce del equipo. Es un jugador que no hace prisioneros y va al límite, algo que le ha costado disgustos en forma de amarillas y alguna expulsión.
Nikola Maras
1.335 minutos. Titular indiscutible en la práctica totalidad de la primera vuelta, donde conformó una pareja de muchos quilates junto a Abqar. Sin embargo, hizo un mala actuación en Granada que le ha costado desde entonces una buena ración de banquillo. Uno de los jugadores a los que urge recuperar para el futuro.
Salva Sevilla
1.262 minutos. Su presencia ha representado un lujo para el equipo en varios tramos de la primera vuelta gracias a su visión de juego, su oficio y su maestría en las jugadas a balón parado. Sin embargo, su rendimiento también ha descendido en picado.
Taichi Hara
431 minutos. Tan solo un gol hasta la fecha, en concreto el que dio los tres puntos al Alavés en su visita a Lugo. Un tipo de delantero espigado que es necesario cuando los rivales se encierran en su área pero al que no se le está sacando excesivo provecho.
Mamadou Sylla
127 minutos. La mala fortuna le persigue. Se lesionó en la visita a Ibiza por culpa de un inoportuno resbalón y ha reaparecido recientemente tras casi cuatro meses en el dique seco. Le queda un partido de sanción tras ser expulsado ante el Levante.
Álex Balboa
114 minutos. Tan solo una titularidad para el canterano babazorro durante esta campaña, en concreto en la cuarta jornada ante el Las Palmas. Luis García no confía en exceso en él y prueba de ello es que acumula ocho encuentros sin disputar ningún minuto.
Abdallahi Mahmoud
9 minutos. Una simbólica participación en apenas tres duelos ligueros ante el Las Palmas, Ponferradina y Zaragoza. Otro futbolista que tampoco está entrando en los planes del técnico madrileño. De hecho, fue enviado al filial en la última jornada.
Marc Tenas
13 minutos. Otro de los jugadores del filial que jugó sus primeros minutos este curso en Málaga como recurso a la desesperada de Luis García. En principio, se encuentra predestinado a seguir compitiendo con el conjunto de 2ª RFEF.
Anderson Arroyo
648 minutos. Se esperaba algo más del futbolista llegado del Mirandés, que destaca por su fortaleza física. Se ha convertido en el recambio de Tenaglia en el lateral derecho y no ha jugado en ningún instante como central, un puesto donde también ha ejercido a lo largo de su carrera. Los centros no son su punto fuerte.
Nahuel Tenaglia
1.237 minutos. Como el equipo, su rendimiento describe una línea descendente. Salió en la foto del último gol encajado por el Alavés en Málaga, aunque en líneas generales ha cumplido de forma solvente. Incluso fue el autor de dos goles que supusieron sendas victorias para el equipo ante el Lugo y el Huesca.
Antonio Sivera
1.890 minutos. Su figura despertó muchas dudas tras la marcha de Pacheco, pero ha cumplido con creces bajo la portería. Salvo algún error puntual, ha salvado muchos puntos al Alavés con sus notables intervenciones. Hasta la fecha, es el único jugador de campo que ha disputado todos los minutos posibles.