Vida y estilo

Una joven se muda a Bilbao y alucina con esta bebida que se sirve en los bares: "Lo beben como quien se toma un café”

Esta práctica se ha convertido en una de sus tradiciones favoritas, junto a los pintxos, y se cuestiona por qué no existe en el resto del Estado
Grupo de personas disfrutan de una bebida caliente en la terraza de un bar mientras sonríen y mantienen una conversación agradable
Grupo de personas disfrutan de una bebida caliente en la terraza de un bar mientras sonríen y mantienen una conversación agradable / Freepik

La experiencia de mudarse a una nueva ciudad puede ser emocionante, pero también desafiante. Las diferencias culturales, gastronómicas y de costumbres son aspectos que se deben considerar al iniciar una nueva vida en un lugar diferente.

Irene, una joven que se ha trasladado recientemente a Bilbao, ha vivido en primera persona esta transformación. El descubrimiento de una bebida típica en los bares de Euskadi, que se consume de manera similar a un café, le ha sorprendido gratamente. Este artículo explora su experiencia y el asombro que le ha provocado esta tradición gastronómica.

Un cambio de vida en Bilbao

La vida de Irene dio un giro significativo cuando decidió mudarse a Bilbao, una ciudad vibrante y llena de cultura. La joven llegó sin conocer completamente las particularidades de su gastronomía.

Al igual que muchas personas que se mudan a un nuevo lugar, se encontró rodeada de costumbres diferentes que la llevaron a explorar nuevas opciones en cuanto a comida y bebidas. A medida que se adaptaba a su nuevo entorno, empezó a explorar la rica gastronomía de Euskadi, famosa por sus delicias culinarias y sus tradiciones gastronómicas.

Pintxo de bacalao

Pintxo de bacalao EP

El caldo en Euskadi

Uno de los aspectos que más sorprendió a Irene fue la costumbre de pedir caldo en los bares. Mientras exploraba los restaurantes y cafeterías de Bilbao, se topó con un cartel que anunciaba: “Hay caldo”. Confundida, se preguntó qué significaba esto. La idea de consumir caldo en un bar le resultaba inusual, pero decidió probarlo.

“Los vascos lo beben como quien se toma un café”, cuenta Irene, refiriéndose a la costumbre de disfrutar del caldo en una taza. Esta práctica se ha convertido en una de sus tradiciones favoritas, ya que representa un momento de calidez y confort en su nueva vida.

La cultura gastronómica vasca

La experiencia de Irene pone de relieve cómo la gastronomía puede servir como un vehículo para conocer una cultura. El caldo, en este contexto, no es solo una bebida, sino una tradición arraigada en la cultura vasca. Es un reflejo de cómo las costumbres locales pueden ser diferentes a lo que uno está acostumbrado. Mientras que en muchas partes del Estado el café es la bebida más común en los bares, en Euskadi, el caldo ocupa un lugar especial en el corazón de sus habitantes en los días fríos de invierno.

La cultura de pintxos es también un aspecto fundamental de la gastronomía vasca. La combinación de pintxos y caldo en los bares ha suscitado el interés de Irene, quien se pregunta por qué esta tradición no es más común en otras zonas del Estado. Su curiosidad la llevó a explorar más sobre las raíces de esta costumbre, que conecta a las personas en un ambiente de disfrute y comodidad.

Croquetas en la barra de un bar

Croquetas en la barra de un bar Rubén Plaza

Reacciones en redes sociales

El descubrimiento de Irene no pasó desapercibido en las redes sociales. El vídeo donde comparte su experiencia se ha vuelto viral, acumulando miles de visualizaciones y comentarios entusiastas. Los usuarios no tardaron en reaccionar, compartiendo sus propias experiencias y celebrando esta tradición del norte. “Es cosa del norte”, comenta un asturiano, quien afirma que tomar un caldo en un bar un día de resaca es revitalizante. Otro usuario expresa su fascinación: “Qué fantasía”.

Estas reacciones resaltan el sentido de comunidad y la conexión que la gastronomía puede crear entre las personas, independientemente de su procedencia.

Adaptándose a nuevas costumbres

A medida que Irene se acostumbra a la vida en Bilbao, ha aprendido a apreciar las costumbres locales y a integrarse en la comunidad. Su historia es un recordatorio de que, al mudarse a un nuevo lugar, no solo se trata de adaptarse a un entorno físico, sino también de abrirse a nuevas experiencias y perspectivas. La forma en que los vascos disfrutan de su caldo ha inspirado a Irene a explorar más sobre la rica cultura culinaria de Euskadi.

2025-01-29T17:27:04+01:00
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