Josep Boan murió el 9 de agosto de 2020 en la localidad coruñesa de Dumbría en un accidente en el que un coche se llevó por delante su moto. “Nos mataron aquel día”, dice su madre, María Pilar Rosanes, “pero no es suficiente con morir una vez”. Y es que tres años después, la familia del joven fallecido ha sido víctima de un error administrativo que les “ha hecho retroceder al punto de partida”.
Tal y como la mujer explica en sus redes sociales, el pasado 7 de octubre recibieron una notificación por correo en la que la Diputación de A Coruña les reclamaba el pago de 485,50 euros por “la asistencia y limpieza” de la de vía tras el accidente en el que murió Joan. Los gastos finalmente fueron anulados ya que se trataba de un error, pero el daño ya estaba hecho.
"Han vuelto a golpear unos corazones hechos añicos", se lamenta María Pilar, que explica que al recibir el certificado acudieron a recogerlo pensando que se trataba de los objetos personales de su hijo. "Aunque nos notificaron que habían tirado a la basura su cazadora de motero, sus botas, el cinturón que le habían dejado los Reyes Magos, seguro que se habían equivocado y habían encontrado las pertenencias".
El hijo de esta familia murió a los 20 años cuando un conductor que superaba los 130 km/h en una carretera comarcal invadió el carril del joven en una curva y arrolló la moto en la que circulaba.