Varios cientos de manifestantes armenios que protestan contra la operación antiterrorista iniciada el martes por Azerbaiyán en la región de Nagorno Karabaj protagonizaron hoy choques violentos con la policía en las inmediaciones de la sede del Gobierno.
Algunos manifestantes intentan romper el cordón policial y acceder al edificio que se encuentra en el centro de la capital armenia, Ereván.
La policía ha tenido que recurrir a granadas aturdidoras para dispersar a los descontentos con lo ocurrido en el Karabaj, enclave habitado por armenios, pero perteneciente a Azerbaiyán.
En las imágenes ofrecidas por la televisión se pudo ver cómo uno de los manifestantes perdió el conocimiento.
Entre la muchedumbre se podían oír gritos que pedían la dimisión del primer ministro, Nikol Pashinián, quien acusó hoy a Bakú de lanzar una ofensiva terrestre para hacerse con el control total del Karabaj.
Críticas a Pashinián
Acusan de inacción al jefe del Gobierno, que mantuvo hoy conversaciones telefónicas con el presidente francés, Emmanuel Macron, y con el jefe de la diplomacia de EEUU, Antony Blinken.
Pashinián ya fue muy criticado tras la victoria de Azerbaiyán en la guerra de 2020, en la que Bakú recuperó gran parte de los territorios que perdió en la contienda de 1992-1994.
También hubo enfrentamientos en las inmediaciones de la Embajada de Rusia, país al que Ereván acusa de incumplir su papel de garante de la seguridad en el Cáucaso sur.
Rusia cuenta en el Karabaj con una fuerza de paz, a la que Ereván a instado a detener la "agresión" de Azerbaiyán, que ha abierto corredores para evacuar a los civiles karabajíes de la zona de peligro, lo que Armenia considera una encubierta "limpieza étnica".