Una marcha a Alén dirá el domingo “no” al anteproyecto del parque eólico encartado

En la cima del monte Alén, a 804 metros de altitud, confluirán el domingo las diferentes rutas de la marcha que expresará su rechazo al proyecto de parque eólico que afectaría a Artzentales, Galdames, Muskiz y Sopuerta y más indirectamente a Zalla. La organiza la recién creada plataforma ciudadana Enkarterrin Parke Eolikorik Ez, nacida “con el fin de paralizar el anteproyecto” de construcción de “ocho generadores de 200 metros de altura”.

Se puede salir a las 10.00 horas desde la plaza de San Miguel de Linares en Artzentales, a las 9.30 horas desde el aparcamiento de Santa Ana o a las 10.30 horas del barrio Alén, estos últimos puntos, en Sopuerta, con 10,5, 11,5 y siete kilómetros respectivamente. A mediodía se concentrarán en el collado Tres piquillos.

Apelan a la implicación popular para hacer visible el descontento ante la iniciativa de Euskal Haizie S.L. Euskadi que, a ojos de esta agrupación, “dañará Enkarterri, una zona con gran riqueza natural, ecológica y cultural y amenazará su potencial económico”. “Solo beneficiará a las empresas constructoras, mientras le gente tendría mucho que perder ahora y en generaciones venideras”, aseguran.

Esgrimen tantas razones como aerogeneradores están previstos: “incumple la normativa ambiental vigente, estatal, del Gobierno vasco y de la Diputación Foral de Bizkaia,”, el coral de los montes Alén y Mello “contiene historia y alberga una riqueza natural única que debemos proteger”, las aspas de “tres palas de 85 metros cada una” girando en el cielo actúan “como una trituradora de aves y murciélagos, algunos protegidos por ley”, se moverán cantidades “enormes de tierras y esto tocará a las aguas de las cabeceras de arroyos y manantiales”, el ruido “generará molestias a los vecinos que verán reducida su calidad de vida al estar a menos de un kilómetro”, el paisaje “es un activo de enorme potencial”, el suelo, el monte público y las viviendas “perderán valor” y se perjudicará al turismo rural y, por último, “existen alternativas” sostenibles, como “las comunidades energéticas”.