Un estudio realizado por Economist Impact en 13 países africanos ha demostrado que financiar completamente la lucha contra el VIH salvaría "millones de vidas" y "produciría importantes beneficios para la salud, la sociedad y la economía".
En concreto, el informe apunta que habría entre un 40 y un 90 por ciento menos de nuevas infecciones por VIH, dependiendo del país, y también "mejoraría los resultados educativos, especialmente para las mujeres y niñas jóvenes, reduciría las desigualdades de género y estimularía el crecimiento económico".
"Este informe llega en un momento crítico con pruebas que deberían actuar como un catalizador para las decisiones políticas para garantizar la financiación completa de la respuesta al VIH, que tendrá importantes resultados sociales y económicos. Pondría a los países africanos en el camino hacia la construcción de sistemas de atención médica más resilientes y mejor preparados para futuras pandemias", ha comentado la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, en un comunicado.
ONUSIDA estima que los países de bajos y medianos ingresos necesitarán inversiones anuales de 26.000 millones de euros para cumplir con los objetivos de acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030.
Los niveles de financiación en 2020 cayeron casi un 30 por ciento por debajo de los objetivos. ONUSIDA proyecta más de 7 millones de muertes relacionadas con el sida para 2030, pero asegura que la mitad se pueden evitar si la respuesta al VIH "está totalmente financiada y las medidas están orientadas de manera adecuada".
Los objetivos globales para 2025 incluyen reducir las nuevas infecciones por VIH a menos de 370.000 (de 1,5 millones en 2021), reducir las infecciones por VIH entre las adolescentes y mujeres jóvenes a menos de 50.000 y reducir el número de personas que mueren por enfermedades relacionadas con el sida a menos de 250.000 (en comparación con 650.000 en 2021).
AUMENTARÍA UN 2,8% EL PIB DE SUDÁFRICA Y EL 1,1% EN KENIA
Si se logran los objetivos de financiación completa de la respuesta al VIH en Sudáfrica, por ejemplo, las mujeres de 15 a 19 años representarían casi el 15 por ciento de la reducción de nuevas infecciones por VIH para 2030, a pesar de representar menos del 5 por ciento de la población total.
Además, la inversión en el VIH contribuiría a ganancias económicas "más amplias y sostenidas" para 2030, y, en última instancia, liberaría "recursos escasos para abordar otras prioridades críticas de salud en el futuro".
Por ejemplo, el informe proyecta que el PIB de Sudáfrica podría ser un 2,8 por ciento más alto, y que el de Kenia podría aumentar un 1,1 por ciento para 2030 si se logran los objetivos de financiación del VIH.
"NO DESTINAR LOS FONDOS NECESARIOS TIENE COSTES EN SALUD, SOCIALES Y ECONÓMICOS"
Así, el informe advierte de que no movilizar los fondos necesarios para acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030 tiene costes "significativos" en términos de salud, sociales y económicos.
Para evaluar estos costes, Economist Impact, con el apoyo de ONUSIDA, ha analizado diferentes escenarios en los que se compararon los recursos financieros necesarios para cumplir con los objetivos de la Declaración sobre el VIH y el sida para el año 2021, con un escenario de financiación habitual donde se mantienen los niveles actuales de financiación y servicios de VIH.
Según su análisis, las mejoras en salud "también aumentarían los beneficios educativos, lo que combinado genera una mayor productividad tanto para las generaciones actuales como futuras, contribuyendo a beneficios económicos más amplios".