El Gobierno de coalición de Eslovaquia, liderado por el conservador Eduard Heger, sucumbió este jueves a una moción de censura iniciada por la formación Libertad y Solidaridad (SaS), ex socio liberal de la coalición, tras una votación en el Parlamento de Bratislava.
La caída del Ejecutivo de centro derecha, que desde septiembre gobernaba en minoría, fue apoyada por los liberales y el resto de la oposición del Consejo Nacional, que juntos sumaron 78 votos, cuando el mínimo necesario para que prosperara la propuesta eran 76.
A falta de una enmienda constitucional que permita recortar la legislatura, la jefa de Estado, Zuzana Caputova, tendrá ahora que designar un nuevo candidato para formar un Gobierno que asuma la gestión del país durante los catorce meses que quedan hasta los próximos comicios.
La presidenta del país solo puede proceder a disolver el Parlamento después de que fracasen tres intentos, de tres personas elegidas por ella, para formar un Ejecutivo que obtenga la aprobación de la Cámara, todo lo cual puede durar un máximo de seis meses.
Caputova afirmó sin embargo hace unos días que "la situación actual amenaza en que la crisis política se convierta en seria crisis de democracia", por lo que "sería preferible permitir a los ciudadanos elegir a sus representantes".
El Gobierno tenía previsto someter el pasado viernes a la aprobación del Parlamento los presupuestos generales, por lo que su caída obliga a prorrogar la tramitación de las cuentas estatales en un momento de dificultad por el encarecimiento de la energía.
Contra la actuación "caótica" del Gobierno
La oposición al completo, desde los liberales a los ultranacionalistas, pasando por los socialdemócratas, apoyó la moción, que el SaS ha justificado por la actuación "caótica" del Gobierno, según afirmó hoy su líder y ex ministro de Economía, Richard Sulik.
El jefe del Parlamento y líder de la formación gubernamental populista de derechas Somos Familia (Sme Rodina), Boris Kollar, pidió hoy públicamente disculpas por "el caos que está generando" su gobierno.
Cuando asumió el poder, el Ejecutivo disponía de un apoyo de 96 escaños en el Consejo Nacional, de un total de 150, y ha perdido casi la cuarta parte de ellos, quedándose a siete escaños de la mayoría absoluta.
El SaS abandonó la coalición acusando a Heger de haber aprobado medidas contra la inflación sin consultarle, algo que también ocurrió durante la compra de vacunas Sputnik rusas durante la pandemia.
Esa gestión errática con las vacunas a espaldas de los socios de coalición, le costó la cabeza al entonces primer ministro, Igor Matovic, el artífice de aquel contrato con el fármaco ruso, y que tuvo que resignarse con asumir la cartera de Finanzas.
Pero su permanencia en el gabinete de coalición ha minado de problemas la gestión del Ejecutivo, con continuas luchas internas de sus integrantes.
Aunque el SaS ha logrado derribar al Ejecutivo, será difícil encontrar un reemplazo que esté avalado por 76 votos del Consejo Nacional, muy dividido.
Así las cosas, los observadores políticos ven probable la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas para junio de 2023, ocho meses antes de lo que se preveía.