El Amorebieta, penúltimo en la clasificación a un solo punto de los puestos de permanencia, prepara a conciencia su próxima cita en LaLiga SmartBank, que no da tregua en medio del parón por los compromisos internacionales que absorbe a la Primera División. Después de firmar unas amargas tablas en la visita del imponente Sporting de Gijón a las instalaciones de Lezama, los azules completaron ayer martes el segundo de los cinco entrenamientos programados por Iñigo Vélez de Mendizabal con el propósito de llegar en las mejores condiciones posibles al choque dominical ante el Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López. La sesión, como ocurrió el miércoles anterior, se desarrolló en Artunduaga, donde los zornotzarras se mudarán una vez por semana con un doble objetivo. Por un lado, dar un respiro al exigido césped de Urritxe, escenario en el que los vizcainos se han ejercitado a diario desde el inicio de la pretemporada. El trasvase al campo basauritarra, una de las instalaciones deportivas más utilizadas en el municipio, permite asimismo que los pupilos de Iñigo Vélez de Mendizabal puedan entrenarse en un terreno de juego de características similares a las de la factoría del Athletic, donde el Amorebieta ha visto imposibilitado su deseo de trabajar al menos una vez por semana.
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