Vitoria – El Deportivo Alavés visita hoy uno de los estadios más imponentes de toda la categoría. Los pupilos de Mendilibar se enfrentan al Real Madrid en el feudo blanco desde las 21.00 horas en un duelo que simboliza un auténtico David contra Goliat. Y no solo eso, el de la 25ª jornada es, a todas luces, un partido para confirmar las buenas sensaciones mostradas ante el Valencia. Es evidente que la diferencia entre uno y otro equipo es abismal, pero el fútbol acostumbra a deparar sorpresas. Una de ellas, por ejemplo, cuando en el pasado curso el Alavés se impuso por 1-2 al conjunto merengue en Valdebebas mediante los goles de Lucas Pérez y Joselu.
No en vano, obviando que ambos contendientes pelean por objetivos completamente distintos, una de las tareas pendientes del Glorioso es, precisamente, la de completar una actuación completa a domicilio. La última conquista del Alavés lejos de su feudo data del pasado 23 de octubre, hace ya casi cuatro meses. Y es que el conjunto albiazul es junto al Levante, Rayo Vallecano y Getafe, el peor visitante de La Liga. En los 11 partidos que ha disputado lejos de Mendizorroza, el cuadro babazorro tan solo ha obtenido una victoria y dos empates; un registro que está acusando ahora el Glorioso en términos clasificatorios.
El triunfo ante el Valencia fue balsámico para los pupilos de Mendilibar. Sumergido en un callejón oscuro pese al cambio de técnico, cosechar una victoria frente a los levantinos era imprescindible con tal de retomar el pulso a la competición y agarrarse a la salvación. Y el Alavés no falló en su cita. Ni siquiera se hundió tras el polémico empate de Guedes. Esa fortaleza mental es uno de los argumentos a los que ha de ceñirse el equipo para seguir escalando posiciones. Que la victoria ante el Valencia no sea meramente anecdótica.
en busca del once tipo Todo hace indicar que Mendilibar introducirá algún que otro cambio en el once para el exigente compromiso en el Bernabéu. Laguardia causará baja debido a la acumulación de tarjetas y, por ello, Miazga regresará al equipo tras más de un mes sin hacerlo.
La pareja de laterales formada por Duarte y Tenaglia cumplió ante el Valencia, pero la exigencia crecerá esta vez ante una delantera formada por Benzema y Vinicius. En cuanto a la sala de máquinas, el técnico de Zaldibar tiene visos de repetir con el trivote Pina-Escalante-Loum para ganar músculo en una jornada donde, previsiblemente, los albiazules tendrán muy poco tiempo el balón en sus pies. Jason, Rioja y Joselu también parecen inamovibles en la zona atacante para inquietar a Courtois, sin duda el integrante blanco más en forma en los últimos tiempos.
Respecto al Real Madrid, el ritmo de crucero que exhibió el cuadro de Ancelotti durante el primer tercio de la temporada parece haber decrecido. De hecho, el conjunto merengue tan solo ha obtenido una victoria en el mes de febrero. En el campeonato doméstico empató ante el Villarreal y venció al Granada por la mínima en casa, pero cayó eliminado ante el Athletic en la Copa del Rey y hace escasos días perdió ante el PSG por 1-0 en la Champions, si bien el resultado pudo ser más abultado de no ser por las magníficas intervenciones del cancerbero belga.
En definitiva, obviando las diferencias entre uno y otro, el Alavés afronta ante el Madrid una exigente prueba en la que confirmar las notables sensaciones plasmadas ante el Valencia. Además de la premisa de obtener un resultado esperanzador ante el líder que reduzca la desventaja respecto a la salvación, la velada también debe servir para romper un maleficio de más de 20 años en el feudo blanco. Y es que la última victoria del Alavés en el Bernabéu data del curso 1999-00, cuando Azkoitia anotó el gol de la victoria a pocos minutos del final.