El dinero que había previsto el Ayuntamiento de Pamplona para arreglar la presa de Santa Engracia acabó destinado a la reparación de la pasarela del Labrit.
Así se recoge en la documentación a la que ha tenido acceso este medio de comunicación sobre los gastos de la pasarela.
El informe está firmado por el secretario técnico de Conservación Urbana con fecha 9 de septiembre de 2022 y detalla los reajustes presupuestarios que se han adoptado en la Junta de Gobierno Local en el último año para arreglar la pasarela.
En concreto, hace alusión a una partida de 180.000 euros habilitada en el Presupuesto de 2021 para al azud de Santa Engracia, que finalmente fue destinada para sufragar los trabajos de reparación de la pasarela del Labrit.
“Al no tener este gasto expresa consignación presupuestaria en la anualidad 2021 sería atendido con cargo a la bolsa de vinculación 41/1/6, por cuanto determinadas actuaciones presupuestadas no serían ejecutadas, cual fue azud de Santa Engracia, para que se consignaron 180.000 euros en esa misma partida” según recoge el informe.
Fue la confirmación de que Navarra Suma priorizaba la actuación en la pasarela y tiraba la toalla en su pretensión de arreglar la presa de Santa Engracia, con un proyecto que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) rechazó desde el principio.
Pese a que en dos informes diferentes la CHE había denegado el proyecto de reparación de la presa, el equipo de Gobierno trató de sacar adelante su propuesta y llegó a interponer un recurso ante el juzgado de lo Contencioso Administrativo contra la CHE, que ordenó el derribo del azud de Santa Engracia.
Aunque la decisión de retirar la partida de 180.000 euros ya era un indicativo claro de que el Ayuntamiento de Pamplona se olvidaba de arreglar la presa, la confirmación definitiva se produjo el pasado 19 de mayo.
En el documento firmado ese día por el director de Conservación Urbana se desestimó el recurso presentado contra la CHE y daba por buenas las resoluciones del órgano, la entidad competente en la materia, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica: “El documento manifiesta la aceptación por parte municipal de las observaciones de la resolución de la Confederación relativas al bien como elemento histórico, procediendo a una forma diferente de actuación sobre el mismo” señalaba el secretario del área de Proyectos Estratégicos.
La CHE no autorizó los planes del Ayuntamiento con el argumento de que eliminar la presa supone “una importante mejora hidráulica, ecológica, paisajística y ambiental”.
En el informe elaborado al respecto, la Confederación concluyó que la demolición “liberará al río del obstáculo de las corrientes, recuperando lo máximo posible su continuidad longitudinal, y permitiendo el paso de peces y el transporte de sedimentos”.
Conservación de los "restos relevantes del azud"
La Confederación dejó una puerta abierta a la posible permanencia de los restos históricos del azud, aunque con condiciones muy estrictas.
Atendiendo al valor histórico de la presa y dado que se encuentra en tramo urbano, la CHE permitiría una “demolición sólo parcial” de la presa para mantener los restos históricos que se “consideren relevantes”.
La restauración estaría sujeta a estrictas condiciones. Los técnicos de la CHE recuerdan que la intervención debe ajustarse a una “restauración de la obra primigenia singular, acorde a sus características constructivas, minimizando su altura, utilizando materiales adecuados, permeabilizando la estructura para permitir el paso de peces y sedimentos”.
En este supuesto, será necesario un informe previo del Gobierno foral y la CHE valorará finalmente “la declaración de la presa como Bien de Interés Cultural por la administración competente que justificara su restauración parcial, siempre que fuera compatible con los objetivos ambientales del río”.
El equipo de Gobierno nunca ha dado explicaciones sobre ese cambio de parecer con el futuro de la presa, pero parece que el incremento del gasto en la pasarela y la postura inamovible de la CHE fueron decisivos para cambiar el destino de los 180.000 euros.
840.000 euros destinados a la pasarela en 12 meses
El informe de Conservación Urbana especifica los gastos que han generado estos trabajos desde que el Ayuntamiento decidió reparar la pasarela. Incluye el periodo entre de julio de 2021 hasta julio de 2022, con un gasto total de 840.000 euros.
Por la redacción del proyecto se pagaron 33.000 euros y otros 58.000 por la dirección de obra. El 21 de octubre de 2021 se adjudicaron los trabajos para el arreglo a Obenasa por un importe de 593.000 euros.