Una persona ha sido imputada por amenazas a una médica en el municipio alavés de Agurain ocurridas el pasado 2 de febrero.
El sindicato ELA ha denunciado en un comunicado la "agresión" que trabajadoras del centro de salud de Agurain sufrieron ese día.
A la Ertzaintza le consta una denuncia por amenazas a "un facultativo" ese día, un caso del que Seguridad no ha aportado más detalles ya que está "judicializado".
Fuentes de la central sindical han explicado que la primera semana de febrero la familia de una niña se quejó en varias ocasiones de la atención sanitaria que estaba recibiendo y que el día 2 la médica del centro de salud recibió amenazas telefónicas, por las que se encuentra actualmente de baja.
Han señalado que la actual situación de Osakidetza provoca el "enfado de la ciudadanía" y situaciones inaceptables como esta, así como un "desgaste físico y psíquico" de los profesionales.
En un comunicado, ELA ha señalado que la precariedad de las profesionales sanitarias en la zona rural de Álava, donde falta personal y el que hay tiene mucha carga de trabajo "merma la calidad del servicio".
Las largas listas de espera "ocasionaron en este caso manifestaciones de violencia y amenazas contra los equipos profesionales por parte de los usuarios", ha asegurado el sindicato, lo que ha obligado a "clausurar salas de consulta por bajas laborales consecuencia de amenazas verbales".
ELA ha expresado su "repulsa" a estas políticas de "mala gestión" y ha instado a la OSI Araba a que mejore la calidad y el servicio de Osakidetza en la zona rural.
El comunicado de ELA
El comunicado dice lo siguiente: ELA insta a la dirección de Osakidetza de Araba a mejorar el servicio que se ofrece en el centro de salud de Agurain (Araba), ante el trato vejatorio al que se enfrenta la plantilla por parte de algunas personas usuarias, molestas por las largas listas de espera. La última agresión ocurrió el dos de febrero, cuando las listas de espera y las citas que se alargaron a lo largo de la semana derivaron en muestras de violencia y amenazas contra los equipos profesionales, lo que obligó a la plantilla a cerrar salas de consulta por bajas laborales. El sindicato asegura que las amenazas verbales se producen en un momento crítico tanto para la plantilla como para las personas usuarias, ya que la falta de personal y las altas cargas de trabajo están mermando la calidad del servicio.